DENUNCIA MUERTE DE COMERCIANTE POR DESCARGA ELÉCTRICA
21 de Febrero de 2012
Ante las deplorables condiciones en que se encuentran los 321 mercados públicos de la Ciudad de México, el diputado Rafael Calderón Jiménez (PAN) responsabilizó al Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón, por las próximas muertes que pudieran ocurrir a los comerciantes de estos centros de abasto, toda vez que la semana pasada, una descarga eléctrica cobró la vida de Ignacio Maldonado Aguilar, un locatario del mercado Morelos de la delegación Venustiano Carranza.
En conferencia de prensa y en compañía de un grupo de comerciantes de varios mercados de la capital, Calderón Jiménez exigió la remoción inmediata del titular de Venustiano Carranza, Alejandro Piña Medina, del jefe de mercados de la misma y de la responsable de la Secretaría de Desarrollo Económico, Laura Velázquez Alzúa, la cual solicitará a través de un punto de acuerdo que presentará mañana ante el pleno de la Asamblea Legislativa.
El también presidente de la Comisión de Abasto y Distribución de Alimentos de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), aclaró, luego del fallecimiento del locatario y del recorrido realizado por dicho centro de abasto donde constató la carencia de programas de protección civil actualizados, así como el mal estado en que se encuentran las instalaciones eléctricas, que no es culpa de los locatarios sino de las autoridades y las malas administraciones que hacen caso omiso a las solicitudes de los vendedores.
Consciente de la problemática por la que atraviesan los mercados públicos en el DF, recordó que el año pasado solicitó a la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la ALDF, para este ejercicio fiscal 2012, un presupuesto de 148 millones de pesos para los 40 mercados de la demarcación Venustiano Carranza, sin embargo, sólo se les asignó 4 millones 909 mil 874 pesos.
“Es lamentable que a pesar de que año con año luchamos para que los 321 mercados públicos en el Distrito Federal cuenten con suficiente presupuesto para su buen funcionamiento, éste no llegue a su destino final, o peor aún ni siquiera se contemple”, comentó.
Ante la gravedad del hecho, el legislador hizo un llamado enérgico al Gobierno del Distrito Federal (GDF), a la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), a la Secretaría de Protección Civil así como las autoridades delegacionales en Venustiano Carranza para que se revisen las instalaciones de los 40 mercados con los que cuenta la demarcación política y, por consiguiente, se planteen las acciones necesarias para que los mismos operen en condiciones óptimas.
Asimismo, responsabilizó a las autoridades mencionadas de cualquier otro accidente como el ocurrido en el mercado Morelos, ya que “estamos ante un hecho por omisión; Piña Medina ya tenía conocimiento de esa situación en ese mercado, no realizó nada y también a los funcionarios públicos se les debe sancionar”.
El legislador por el Distrito XXXVlll informó que esta misma semana presentará las denuncias correspondientes ante la Contraloría General capitalina y la Procuraduría General de Justicia del DF para deslindar responsabilidades.
“Esperamos que la familia de este locatario pueda contar con el apoyo del gobierno y que los malos funcionarios vayan y ofrezcan por lo menos una disculpa a la viuda, pero que también se les sancionen de su cargo y que hagan la reparación del daño correspondiente”.
En tanto, Rubén Negrete Sánchez, locatario del mercado Morelos, argumentó que desde hace 10 años no reciben ningún presupuesto para apoyo del mismo. Todos los mercados están desolados y desafortunadamente “estamos en manos de gente nefasta que sólo quiere terminar con los mercados”. El espacio se construyó desde hace 52 años, y a la fecha, no se ha dado el mantenimiento adecuado y son 908 los locatarios activos. Informó que apenas el domingo en el mercado de Jamaica explotó un transformador.
Por su parte, Víctor Manuel Hernández y otro grupo de locatarios de Iztapalapa, lamentaron que las autoridades necesiten la muerte de más compañeros para que les hagan caso, además de que temen por la ubicación de los Centros de Desarrollo Infantil (Cendis) que ahí se ubican y hoy son bombas de tiempo.
