Intención de OEA es facilitar intervencionismo de IP en países democráticos: morena
20 de Junio de 2017
- Diputados lamentaron la intervención de la OEA en la política interior de Venezuela; argumentaron que es para facilitar el despojo del petróleo y agua
- A través del TISA, varios países, entre ellos México, buscan privatizar servicios médicos, bancarios y financieros
En México los principios constitucionales en materia de política exterior deben ser aplicados de igual manera dentro de nuestro país en el caso de los Pueblos y Barrios Originarios y Grupos Indígenas Radicados en la Ciudad de México, así como para el resto de las entidades federativas, destacaron diputados del Grupo Parlamentario de Morena en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).
Durante el desarrollo del foro que denominaron “Política Exterior, Desafíos y Prospectivas desde una Visión de la Izquierda Mexicana” los legisladores subrayaron que desde hace algunos años la política exterior nacional vive en la ilusión de que México es pacífico y justo y nada más falso porque el gobierno Federal es candil de la calle y obscuridad de su casa.
En el Auditorio Benito Juárez se la ALDF se dieron cita los diputados Olivia Gómez Garibay, Ana Juana Ángeles Valencia y Paulo César Martínez López, los que acompañaron al ponente del Foro, Ramón Jiménez López, quien lamentó la intervención de países externos, a través de la OEA, en la política de Venezuela, con el objetivo de apropiarse de los recursos petroleros y del agua dulce, presentes en grandes cantidades en esa nación.
Frente a más de 150 personas Ramón Jiménez López, profesor con maestría en Economía y Matemática educativa por el Instituto Politécnico Nacional (IPN), y Coordinador Territorial de Morena (COT), en la delegación Gustavo A. Madero, criticó que el gobierno Mexicano, a través del Secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso, lance su veneno en contra del gobierno venezolano que busca determinar su propia política interior.
Jiménez López y los tres legisladores de Morena coincidieron en señalar que los principios constitucionales en materia de relaciones exteriores como la autodeterminación de los pueblos, la no intervención, la solución pacífica de las controversias, deben aplicarse también, en caso concreto, en el trato que deben recibir los integrantes de los 195 Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México (CDMX), que fueron excluidos de sus derechos políticos.
Destacaron que los indígenas son excluidos y amenazados con el uso de la fuerza para desterrarlos de sus bienes naturales como el agua, bosques, usos y costumbres donde no exististe igualdad jurídica para ellos respecto al resto de los mexicanos, y que son excluidos de presupuestos para el desarrollo, a los que tampoco se respetan sus derechos humanos ni la conservación del medio ambiente.
El común denominador de los indígenas con naciones como Cuba y Venezuela es que los grandes consorcios trasnacionales quieren apropiarse de sus territorios, erradicar su identidad, cooptar sus riquezas naturales para acrecentar sus patrimonios destinados a la especulación financiera y ni los indígenas ni estos países permiten ser despojados de lo que por ley les corresponde, sostuvieron.
Precisaron que la política exterior de México, desde un punto de vista de izquierda, debe radicar en la integración de regiones para el sano desarrollo económico de manera independiente y soberana.
Destacaron que la política exterior debe de reducir la injerencia de actores políticos externos en la construcción de la agenda internacional de cada nación.
Ejemplificaron que los gobiernos de la nueva izquierda latinoamericana han protagonizado procesos de renacionalización de los recursos energéticos, que han permitido una ampliación de su margen de maniobra para impulsar políticas sociales, las que, además, han sido aprovechadas para impulsar una política exterior más autónoma.
La política exterior de Morena, dijeron, no busca ni pretende sojuzgar a ningún país, pero tampoco debe dejar que otros decidan por nuestro futuro.
En su oportunidad, Ramón Jiménez, explicó que actualmente, la globalización no se basa en la cooperación internacional, por el contrario, es un monopolio donde un puñado de empresas transnacionales obtiene ventajas sobre los derechos fundamentales de las naciones.
Precisó que estos principios pisoteados por la globalización, son la autodeterminación de los pueblos, la cual está garantizada en el artículo 39 de la Constitución federal, así como la no intervención en los asuntos internos de un país.
Detalló que esta transgresión a los principios fundamentales se debe al interés de los gobiernos extranjeros por hacerse dueños de los recursos naturales de los diferentes países.
Con base en lo anterior subrayó que así lo comprueba el Acuerdo sobre el Comercio de Servicios (ACS) por sus siglas en inglés TISA, donde varios países, entre ellos México, buscan privatizar los servicios médicos, bancarios y financieros, incluso, informó, pretenden privatizar el agua.
