RECUERDAN XLVI ANIVERSARIO DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL DE 1968
02 de Octubre de 2014
Con un reconocimiento al dirigente social Raúl Álvarez Garín fallecido recientemente; un llamado a ejercer el derecho a la libertad de expresión y a no permitir la impunidad y la violencia; la demanda para castigar a los responsables de crímenes en Tlatlaya y estudiantes de Ayotzinapan, se desarrolló en la Asamblea Legislativa la Sesión Solemne para conmemorar el XLVI Aniversario del Movimiento Estudiantil de 1968.
En su intervención, la diputada independiente, Bertha Alicia Cardona, dijo que el movimiento de 1968 ha sido una muestra de cómo el gobierno en ese momento no podía controlar las exigencias de la sociedad. Señaló que recordar esta fecha es refrendar los errores para construir un futuro próspero, garantizando el derecho de la libertad de expresión.
En su oportunidad, el legislador del Partido Nueva Alianza, Jorge Gaviño Ambriz comentó que la violencia, intolerancia y autoritarismo del poder ya no es legítimo, por ello recordó los casos recientes en Iguala, Guerrero, para plantear que ya no debe fallar la memoria y no quedar pasivos ante ejecuciones sumarias o desapariciones. Planteó que ya no debe haber más impunidad y violencia como método.
El diputado del Partido Verde Ecologista de México, Alberto Emiliano Cinta Martínez aseveró que el movimiento del 68 está vivo “y hoy lo vemos en las calles con los jóvenes del Instituto Politécnico Nacional”. Indicó que existe una cultura democrática, de respeto al diálogo y de paz. Aseguró que existe una democracia participativa, donde las libertades se ejercen “y este quizás sea el legado más grande del 68”.
El legislador del Partido del Trabajo, Rodolfo Ondarza Rovira, realizó críticas contra el Estado mexicano, calificándolo como Estado fallido y violador sistemático de los derechos humanos; asimismo, se pronunció a favor de la indemnización a víctimas y el castigo a los responsables de los sucesos de Tlatlaya e Iguala; también reconoció la actual movilización de los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional y expresó su solidaridad con sus demandas.
En tanto, por Movimiento Ciudadano, Rosalío Alfredo Pineda Silva, en referencia al 68, indicó que por primera vez un movimiento fue encabezado por sectores que no podían ser descalificados oficialmente, por ello estudiantes y maestros se unieron para hacer valer sus derechos a la libertad de expresión y a la educación, a opinar distinto a su gobierno. Hizo un llamado a que la solución de los conflictos no se realicen a través de las armas y la represión sino por medio del dialogo.
El diputado priísta Fernando Espino Arévalo reconoció al dirigente del Instituto Politécnico Nacional y del Consejo Nacional de Huelga, Raúl Álvarez Garín. Criticó las acciones de represión, tortura y cárcel que ejerció el gobierno en 1968. Subrayó que esta fecha fue un parteaguas en la historia de la sociedad, donde “para muchos fue la bandera política en que se organizaron nuevas expresiones de lucha por las libertades y la democracia; para otros una gran enseñanza sobre lo que nunca debió de ocurrir ni debe volver a ocurrir en esta Ciudad de México, ni en ninguna otra parte del mundo”.
En su turno, el diputado panista Orlando Anaya González, llamó a trabajar para hacer efectivo el derecho a la libertad de expresión y el derecho de los ciudadanos a ser informados; planteó que la lucha de las causas ciudadanas debe darse a través de movimientos no violentos. Reconoció la lucha de los líderes estudiantiles de 1968 como Raúl Álvarez Garín, y a Manuel Gómez Morín, quien arriesgó su vida para salvar la vida de estudiantes presos en Lecumberri.
Por el Partido de la Revolución Democrática, Yuriri Ayala Zúñiga, manifestó que ahora como en 1968, existe la obligación de ser críticos con los gobiernos autoritarios y represores que vulneran los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos, por ello condenó los hechos de violencia en contra de estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, Guerrero; exigió una investigación a fondo, deslinde de responsabilidades y castigo a los responsable. Hizo un exhorto a las partes involucradas en el conflicto que vive el IPN a utilizar el diálogo y poner el interés de la comunidad politécnica sobre los intereses personales o de grupo; “a no permitir intromisiones ni imposiciones que vayan en contra de la esencia como institución de educación superior”
