SUFREN VIOLENCIA 18 POR CIENTO DE ADULTOS MAYORES
02 de Septiembre de 2014
El Diputado Rosalío Pineda Silva, destacó que en la actualidad 18 de cada 100 adultos mayores padece algún tipo de violencia o maltrato, acciones que son ejercidas, principalmente, por los propios familiares de los ancianos.
Informó también que, según datos de la Secretaria de Salud a nivel local y Federal, de las 11 millones 668 mil 342 personas mayores de 60 años que hay en el país padece violencia es decir el 8.1 por ciento y 18.6 por ciento, padecen de actos de agresión, intimidación y otros ponen en riesgo su salud.
Explicó que la violencia, puede ser de manera física, psicológica, sexual y económica, pues el maltrato simple y llanamente se refiere a negligencia, en particular si los adultos mayores padecen enfermedades que los coloquen en situación de discapacidad y dependencia, dijo.
El Asambleísta por el Partido de Movimiento Ciudadano en la ALDF, destacó que se han documentado casos de maltrato físico (pellizcos, empujones, golpes); explicó que son un sinnúmero de acciones que se reflejan en el cuerpo de la persona, como son los hematomas, fracturas y múltiples síntomas que implican la fuerza por parte de la persona responsable o familiar", detalló el legislador.
En ese sentido el legislador local, expresó que en la mayoría de los casos el 85 por ciento de la violencia hacia los ancianos la ejerce un familiar, de los cuales 60 por ciento son los hijos, seguidos por el cónyuge u otro familiar, mientras que el otro 15 por ciento de las agresiones la ejercen los que los cuidan, ya sean vecinos o personas con algún tipo de vínculo o de convivencia con los ancianos.
Destacó también que, esencialmente, la violencia se ejerce en un ámbito de confianza y las mujeres son las principales víctimas, aunque no se cuenta con registros de las consecuencias, en definitiva los actos mencionados son devastadores para los adultos mayores.
El legislador local sostuvo que la violencia hacia los adultos mayores, al día de hoy es producto de estereotipos y estigmas contra esta población, por lo que propone llevar a cabo una revalorización social, y la elaboración de programas sociales y de políticas públicas eficaces dirigidas a este grupo de la población, pues el factor fundamental para combatir la violencia es el empoderamiento de los adultos mayores y hacerlos conscientes que son sujetos con derechos, así como acercar los servicios generando mayor apoyo entre la comunidad.
Por lo que hizo hincapié a los distintos gobiernos y a la sociedad en general a comenzar a hacer un replanteamiento desde una perspectiva de derechos, tenemos que cambiar el estereotipo de adulto mayor, para como sociedad no ver el envejecimiento solo como un suceso físico e impedimento de desarrollo, sino otorgar el verdadero valor a este proceso para incorporar al adulto mayor al desarrollo del país con respeto y dignidad.
Finalmente, hizo un reconocimiento a las estrategias e iniciativas legislativas que se han presentado para atender el tema sin embargo destacó que resultan insuficientes contra el fenómeno y apuntó que de no atacarlo de manera integral, aseguró que los resultados no serán los esperados.
