Advierten daños graves en la salud de bebés por uso de andaderas
23 de Julio de 2017
- La Diputada Elizabeth Mateos presentó un Punto de Acuerdo en el que advirtió que es una equivocación considerar que el andador estimula a los bebés para que caminen, además que los exponen a situaciones de riesgo para su salud y hasta su vida.
- Las evidencias demuestran que la andadera ocasiona problemas en el desarrollo psicomotor y mental de los bebés, lo que demora que caminen sin apoyo.
El uso de andaderas entre bebés incrementa el riesgo de accidentes, lesiones graves y retarda su desarrollo para caminar, al forzarlos a adoptar posturas y movimientos antinaturales, advirtió la Diputada Elizabeth Mateos.
De acuerdo a expertos médicos, dijo, el desarrollo motor de los menores va de la mano con su desarrollo mental y el uso de esos aparatos retrasan el proceso y rompe el ciclo natural de aprendizaje, en el que los bebés se arrastran, se sientan y, por último, caminan.
La presidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), comentó que hay una creencia equivocada de que ese tipo de aparatos estimulan la maduración del pequeño y le facilitan el proceso de aprendizaje para caminar, cuando en realidad solo sirven para deslizarse.
Indicó que el uso de andaderas retrasa el desarrollo psicomotor del niño y el proceso de aprendizaje natural de caminar, que de acuerdo a especialistas se ha cuantificado hasta tres días por cada 24 horas de uso de esos aparatos.
Mateos Hernández exhortó a las secretarías de Salud y de Educación, además de DIF de la Ciudad de México, para que se instrumenten campañas de difusión que concienticen a los padres de familia sobre los efectos negativos que provocan.
Podrían estar relacionadas también, indicó, con la aparición de pie plano o deformaciones en las piernas, pies y huesos, al impedir el desarrollo adecuado de los músculos, lo que derivaría en otros efectos negativos como piernas arqueadas y el desarrollo de la espalda, entre otras afectaciones, según estudios del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Reiteró que las andaderas no enseñan a caminar y aunque “veamos que el niño se desplace y mueva sus piernas como si lo estuviera haciendo” los efectos son contrarios pues no está aprendiendo a sostener su cuerpo ni ejercita su equilibrio. “Justamente, son los dos requisitos básicos para poder hacerlo”.
Otro riesgo de su uso representa inestabilidad del aparato y la velocidad que puede alcanzar de 3.6 kilómetros por hora, equivalente a recorrer un metro por segundo; de ahí que pone en peligro la integridad física de los menores al sufrir golpes y caídas.
Otras situaciones sin control que genera es que el desplazamiento arbitrario del menor le permite acceder a objetos que no podría tener sin ayuda, como medicamentos, sustancias tóxicas o artículos punzocortantes, lo que resulta extremadamente peligroso no solo en su desarrollo sino su propia vida.
En Costa Rica, por ejemplo, la legislación prohíbe adquirir libremente andaderas en edad pediátrica sustentado en un decreto que regula su importación y distribución, en el cual se puntualiza que únicamente se podrán usar bajo prescripción médica en centros autorizados, como farmacias o centros de venta de equipo médico y ortopédico.
La también Vocera del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la ALDF recordó que las andaderas fueron creadas para ser usadas por personas impedidas para caminar o aquellas que habían sufrido un accidente en detrimento de su desplazamiento independiente.
“Colocar a un bebé cuando no sabe caminar provoca que la mente no sea capaz de reaccionar ante el movimiento; no hay concordancia entre lo que hacen las piernas y el desarrollo mental, lo que impide la coordinación de movimientos”, apuntó.
Afecta también las nociones al bebé ya que carece de conciencia del entorno que lo rodea, además de que no puede ver el movimiento de los pies ni hacerlos coincidir con el medio en el que se desarrolla.
