ALDF APRUEBA MATRIMONIO ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO
21 de Diciembre de 2009
Boletín # 278
Con 39 votos a favor, 20 en contra y cinco abstenciones, el Pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó en lo general y en lo particular el dictamen que reforma el Código Civil y el Código de Procedimientos Civiles que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, definido en este último en el artículo 146, que señala: “el matrimonio es la unión libre de dos personas para realizar la comunidad de vida, en donde ambos se procuran respeto, igualdad y ayuda mutua”, con lo que se elimina el concepto hombre y mujer como base del matrimonio.
Asimismo, con 31 votos a favor, 24 en contra y nueve abstenciones, los diputados locales aprobaron, a propuesta de la diputada Maricela Contreras Julián, una modificación del dictamen al artículo 391 que elimina el candado de adopción a los cónyuges o concubinos del mismo sexo.
Al fundamentar el dictamen por parte de las Comisiones Unidas de Administración y Procuración de Justicia, de Equidad y Género y Derechos Humanos, el diputado David Razú Aznar, del PRD, señaló que es obligación como legisladoras y legisladores locales, garantizar el máximo de derechos para todas las personas de acuerdo con los preceptos constitucionales; dijo que se pretende remediar, en lo que a matrimonio se refiere mediante la modificación de la definición del Código Civil, garantizar que todo hombre y toda mujer tengan derecho a casarse de manera libre y consentida y que este derecho no sea restringido como resultado de su orientación sexual.
Expresó que la visión de la sociedad es más rica, más productiva y más sólida a partir del precepto juarista del respeto al derecho ajeno; que en este debate, cuando se trata del papel del Estado, incorpora además del respeto a esos derechos, la misión de garantizarlos. Explicó que al estar en favor de esta segunda visión del mundo, se apuesta a que el tejido social sea más sólido cuando se entiende a la diversidad como un valor social más que debe preservarse y protegerse.
Dijo que es fundamental recordar que las reformas para garantizar el acceso al matrimonio a personas del mismo sexo no buscan sino el reconocimiento de derechos para un sector social al que permanentemente y de manera injustificada se le han negado, sin que esto vulnere o perjudique los derechos de ningún otro grupo o sector social.
Al hablar en contra del dictamen, el diputado Fernando Rodríguez Doval calificó a la reforma de haber sido impuesta con enormes deficiencias jurídicas, hecha absolutamente al vapor, lo que conllevará mayores males que los que se pretende combatir, además que se trató de un proceso legislativo plagado de vicios de procedimiento. Argumentó su oposición a cambiar la definición de matrimonio como institución jurídica, debido a que a lo largo de los siglos ha funcionado bien para regular la unión entre un hombre y una mujer, que tiene características propias que no tienen las uniones, absolutamente respetables, entre personas del mismo sexo.
Durante el debate, al hablar en favor del dictamen, el diputado Víctor Hugo Romo Guerra, del PRD, expuso que el hecho de provocar un debate sobre este asunto significa un paso positivo para todo el país y aseguró que esto implicará un proceso de maduración importante para la sociedad mexicana. Dejó en claro que esta iniciativa trata de no discriminar e implica el derecho de cada persona a ser feliz en el estado civil que cada quien elija y que el Estado no impida a alguien casarse con quien desee, sin importar si es del sexo opuesto o no.
Por su parte, el diputado Octavio Guillermo West Silva, del PRI, dejó en claro que la iniciativa adolece de profundos vicios de concepción tanto en su génesis como en la fundamentación que se invoca como sustento. Señaló que se quiere eliminar una presunta discriminación legal en el Código Civil, pero esta supuesta discriminación es parte de una premisa hipotética y subjetiva. Además argumentó que los derechos sociales como la seguridad social tampoco se adquieren en razón del matrimonio y toda persona tiene el derecho constitucional a la salud.
Al expresar su apoyo al dictamen, la diputada Maricela Contreras Julián, del PRD, señaló que las reformas aprobadas en comisiones de la ALDF serán un paso más por el progreso democrático de México; dijo que la definición del matrimonio, como actualmente se encuentra regulada en el Código Penal, puede ser transformada porque el matrimonio es un contrato y la leyes las realizan los hombres y las mujeres. Transformar esta leyes, insistió, es la reafirmación del Estado laico que se debe defender a toda costa de las posiciones individuales.
En su oportunidad el diputado del Partido Acción Nacional (PAN), Carlo Fabián Pizano Salinas, argumentó que el matrimonio entre personas del mismo sexo carece de argumento y racionalidad y acusó que la iniciativa puesta consideración ante el Pleno era “fruto de la línea y acuerdos políticos, más que de un sano debate parlamentario”.
Reiteró que el matrimonio es una institución natural, ya que rige la relación natural existente entre un hombre y una mujer para conseguir la ayuda mutua y la posibilidad de tener hijos. “La regulación jurídica del matrimonio es accesoria a la realidad social y biológica del matrimonio que resulta lo principal. Es decir, lo accesorio sigue la suerte de lo original”. Afirmó que el matrimonio entre personas del mismo sexo coexiste en la actualidad con la figura de la sociedad en convivencia, en donde se otorgan los derechos que se buscan con el matrimonio.
En su intervención José Luis Muñoz Soria, del PRD, recriminó a los que se manifestaron contra el dictamen y preguntó si seguirían cuestionando a sus militantes homosexuales e impedirles ejercer sus derechos o seguirían manteniéndolos ocultos. Señaló que votaría en favor del dictamen para no seguir manteniendo en el ostracismo e ignorancia el ejercicio de estos derechos.
Al intervenir en contra, el diputado Emiliano Aguilar Esquivel, del PRI, explicó que el matrimonio que se pretende establecer entre individuos del mismo sexo no obedece a lo establecido ni en la Constitución, Código Civil, Ley del Seguro Social o legislación militar, además de olvidar la seguridad social. Dijo que jamás se podrá equiparar a un grupo social de esta calidad viviendo bajo el mismo techo, al de una familia compuesta por dos personas que tienen la prioridad de procrear y dar continuidad a la especie humana.
Al razonar su voto en contra, el diputado Norberto Solís Cruz, del PVEM, advirtió que al aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo se podría incurrir en confusiones, alteraciones graves al sistema civil y social y se podría causar un daño irreversible a la figura de la familia como célula básica de la sociedad. Insistió que modificar la tradición jurídica de la familia por el empeño necio de unos cuantos y por intereses políticos, sólo tergiversaría esta institución básica establecida en el Código Civil.
En su oportunidad, el diputado José Arturo López Cándido, del PT, subrayó que el problema de fondo es la falta de educación formal de la sexualidad para entender con claridad la homosexualidad, que no es un defecto ni maleficio ni desviación alguna, sino una condición humana y por ello se debe reconocer y respetar e integrar a la vida cotidiana la sexualidad. Pidió a los agraviados por dichas reformas su reflexión y solidaridad con quienes han sufrido el estigma, la discriminación y la homofobia, y ponerse en los zapatos de quienes sufren el rechazo en su casa, escuela, trabajo y por las leyes y órganos del Estado. Por ello, señaló, legislar en favor del matrimonio y concubinato entre personas del mismo sexo, es reconocer y otorgar derechos para terminar con prejuicios.
Por su parte, el legislador Fidel Leonardo Suárez Vivanco, del PRI, señaló su oposición al dictamen por no estar convencido de la fundamentación jurídica en lo referente a la adopción. Explicó que el artículo 391 del Código Civil demuestra la vulnerabilidad de un candado que no garantiza que cualquier pareja de un mismo sexo esté impedida a ejercer el derecho de adopción. Por tanto, este tipo de visiones jurídicas y legales pueden resultar contraproducentes a los objetivos que se persigue en el quehacer legislativo. Finalizó su intervención enfatizando que haría un voto de abstención.
Al razonar su voto en contra, el diputado José Giovani Gutiérrez Aguilar, del PAN, expuso su respeto por las personas del mismo sexo para que registren públicamente a sus amistades privadas, comuniones de hecho, reconocidas en la Ley de Sociedades de Convivencia, pero insistió que estas uniones así como el matrimonio van contra el bienestar público y particularmente contra el equilibrio y el desarrollo efectivo de los hijos. Por ello planteó que las personas con tendencias homosexuales deben ser respetadas y protegidas como personas, pero su estilo de vida no debe ser propuesta a los niños.
Finalmente, la diputada perredista Beatriz Rojas calificó la iniciativa como una necesidad social, ya que todos los derechos de la ciudadanía, sobre todo de quienes han sufrido el rechazo social, deben reconocerse y subrayó que el propósito de ésta es evitar la discriminación e incorporar a todas las personas y actualizar el derecho que consagra el Artículo 1º de la Constitución, el cual prohíbe la discriminación por origen étnico, condición social, salud, religión, opiniones, preferencias y estado civil, entre otras.
En cuanto al tema de la adopción, la diputada del sol azteca, Maricela Contreras Julián, dijo que éste es un instrumento para garantizar sobre todo el derecho del niño o niña a contar con una familia, así reconocida en diversos instrumentos internacionales como la Convención sobre los Derechos del Niños.
Sin embargo, precisó la legisladora, los procedimientos en todo el país limitan este derecho en dos sentidos: por un lado a las personas que desean adoptar y por otro a los menores que se encuentran en las denominadas casa-hogar esperando contar con una familia.
“Se trata de reconocer derechos, de privilegiar el interés superior del niño, de no negarle derecho a una familia, que se le brinde buen trato, amor, que tenga oportunidad a vivir en un lugar que no sea una casa cuna, un albergue, un orfanato o la calle.
“No neguemos esa posibilidad bajo el argumento de que las parejas del mismo sexo no pueden adoptar porque no tienen derecho a hacerlo. Eso también es discriminación y una Asamblea Legislativa progresiva como esta legislatura, no debe permitirlo”, enfatizó.