ALDF, NO ES LA ARENA ELECTORAL: LUCIANO JIMENO HUANOSTA
05 de Noviembre de 2015
La Asamblea Legislativa del Distrito Federal, no es una arena político electoral, esa ya acabó. Es un espacio público para debatir y solucionar los problemas torales de la ciudad como la reforma política, procuración de justicia, el respeto a los derechos humanos o al uso de suelo, afirmó Luciano Jimeno Huanosta, al término de sus funciones como presidente de la mesa directiva de dicho órgano.
Al urgir a modificar la Ley Orgánica y Reglamento interno de ese órgano legislativo, aclaró que en regímenes democráticos, el poder legislativo tiene la función de ser equilibrio y contrapeso de las decisiones del Ejecutivo.
Ser partido político en el gobierno, especificó, no implica convertirse en partido del gobierno. ¡Pongámonos a trabajar! y a discutir los problemas de la ciudad de México más allá de disensos ideológicos, exhortó a los 66 legisladores de las diversas fuerzas políticas representadas en la ALDF.
En su llamado a los diputados locales de los diez partidos políticos representados en la ALDF, el diputado por el Partido Humanista, pidió que más allá de disensos, se impulse una plataforma legislativa de consenso, con políticas públicas de gran calado.
Al agradecer el seguimiento a sus actividades como presidente de la mesa directiva y las sesiones que dirigió durante el mes de octubre, Jimeno Huanosta, precisó: “Aunque somos militantes de nuestros respectivos partidos y ejercemos el derecho de impulsar nuestras plataformas e ideología, lo real es que debemos parlamentar”.
En esencia, insistió, las reglas no corresponden al pluralismo partidista vigente. Esto debe traducirse en un nuevo entramado jurídico y legislativo de vanguardia, por lo que les pido que a través de la Comisión de Gobierno y en las propias comisiones, trabajemos juntos en inaugurar una nueva forma de hacer política desde esta soberanía.
Pactemos los temas que, finalmente, son la principal preocupación de los capitalinos, y veamos hacia dentro, para poder velar por el interés público y convertirnos en reformadores, hacia fuera y hacia dentro.
