ALDF PIDE PRONUNCIAMIENTO EN FAVOR DE LA REFORMA POLÍTICA DEL DF
31 de Agosto de 2011
Boletín # 622
Para dotar a los capitalinos de derechos y obligaciones como al resto de los mexicanos, la Diputación Permanente aprobó emitir un pronunciamiento público al Congreso de la Unión para que en el próximo Periodo de Sesiones den los pasos legislativos pertinentes para que la Reforma Política del Distrito Federal prosiga su desarrollo hasta convertirse en una realidad.
En la propuesta promovida por los diputados Ana Estela Aguirre y Juárez y Arturo López Cándido se exhorta en uno de sus resolutivos a las y los representantes, senadores y diputados del Congreso de la Unión, a concluir un proceso histórico de injusticia en contra de los millones de habitantes del Distrito Federal y aprobar una reforma política digna, democrática y justa para que el Distrito Federal pueda tener una Constitución Política y un Congreso local como cualquier otro mexicano residente en los estados de la República.
De acuerdo con los legisladores petistas, la reforma tiene una historia llena de paradojas, dilemas, encrucijadas, silencios, retrasos, morosidades, sospechas, amagues, fintas políticas, una multiplicidad de usos, promesas, alardes, extrañas experiencias de vida, por ser una de las más urgentes estructuras legislativas para la ciudad capital y una de las más cautivas presas del sistema de partidos.
Resalta que el pasado 22 de agosto se cumplieron 15 años de que nació el Gobierno del Distrito Federal, luego de una reforma constitucional aprobada en 1996. Desde entonces está pendiente darle el status de Estado y que la ALDF tenga carácter de Congreso, lo que abriría paso a que la ciudad tenga su propia Constitución.
Argumenta que un documento emitido por la Cámara de Diputados a un diario nacional, por medio de la Ley de Transparencia federal, enlista las propuestas presentadas a lo largo de una década para cambiar el estatus político de la capital, a través de una reforma al artículo 122 constitucional. Se trata de 22 iniciativas presentadas en la Cámara baja y tres minutas aprobadas por el Senado, una que data del 2001 y dos del 2005, pero ninguna ha logrado consenso político.
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