ALERTAN DE DESLAVES EN BARRANCAS
27 de Julio de 2014
Es necesario que la Secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal informe del número de viviendas en alto riesgo asentadas en barrancas, además de las acciones realizadas para garantizar la seguridad de la población que habita en ellas, urgió Miriam Saldaña Cháirez, presidenta de la Comisión de Vivienda de la ALDF.
En el Distrito Federal existen un total de 99 sistemas de barrancas, mismos que se encuentran distribuidos en 15 microcuencas. Principalmente, ubicadas en las delegaciones de Álvaro Obregón, La Magdalena Contreras, Miguel Hidalgo y Cuajimalpa de Morelos, subrayó la legisladora.
Como cada año, en la época de lluvias, las personas que habitan en lugares de alto riesgo, como las barrancas, están expuestas de sufrir un infortunio por los deslaves, por ello es urgente conocer cuántas familias se encuentran en peligro de vida y el número de viviendas susceptibles de sufrir destrucción total, subrayó la legisladora.
Destacó que en algunas barrancas de la ciudad de México, la invasión no la realizan sólo los que menos tienen, los nuevos desarrollos urbanos construyen sobre los cauces o en las inmediaciones de los mismos, sin que exista un estudio real de la posibilidad de construcción de viviendas.
Desafortunadamente, en la venta de terrenos, a inmigrantes de escasos recursos y en la consolidación de las colonias marginadas, han participado diferentes gobiernos y propician que miles de familias habiten viviendas sobre laderas inestables y sobre cauces; sin darse cuenta de que cada año, sobre todo durante la época de lluvias, se amplía la superficie de barrancas por erosión, señaló la diputada.
Lo anterior, debido a la insaciable demanda de vivienda, reto permanente, por ser la oferta de vivienda y de programas de mejoramiento de las mismas, un aspecto en extremo limitado, más para las personas que se concentran en los niveles socioeconómicos popular y bajo, indicó.
Saldaña Cháirez explicó que en la ciudad de México, de acuerdo a la CONAPO, cada año se estarán conformando 37 mil nuevos hogares, con diferentes formas en la composición al interior de los mismos: matrimonios nuevos, parejas divorciadas, jóvenes independientes, personas adultas mayores solas, entre otros. Estos cambios se reflejan en la demanda de vivienda y en sus necesidades y requerimientos.
A esta demanda, se incorpora la ocasionada por el deterioro del parque habitacional y el término de la vida útil de este, el alto costo del suelo, así como el deterioro en el nivel de vida de la población, lo que la hace más vulnerable para acceder a unidades de vivienda dignas, decorosas y sobre todo, situadas en lugares donde esté garantizado el bienestar y la integridad física y material de las y los capitalinos, detalló.
Los requerimientos de vivienda para la capital, se estiman en aproximadamente 114 mil 326 acciones, divididas en 55 mil 410 acciones de viviendas nuevas y 58 mil 916 de mejoramiento. El 49.13 % de estas necesidades, se concentran en los niveles socioeconómicos popular y bajo, que corresponden a personas que ganan menos de 8 salarios mínimos mensuales; y el 46.64 % restante, gana entre 8 y 30 salarios mínimos, según cifras de la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI), informó.
Para aspirar a una vida plena, debe garantizarse a la población el cumplimiento de los valores jurídicos tutelados por excelencia, que son la vida y la seguridad de las personas; promoviendo la construcción de gobiernos más abiertos al escrutinio público, capaces de fomentar una participación creciente de la sociedad en el diseño y evaluación de las políticas públicas gubernamentales, finalizó Miriam Saldaña.