APRUEBAN EN COMISIONES UNIDAS LEY PARA EL DESARROLLO ECONÓMICO DEL DF
11 de Febrero de 2014
Actualmente, el marco normativo que sirve como base de la conducción de la política económica de la Ciudad de México, es la Ley de Fomento para el Desarrollo Económico del Distrito Federal, que data de 1996, promulgada por el entonces presidente de la República Mexicana, misma que se inscribía en el contexto en el que aún estaba vigente la figura del Departamento del Distrito Federal. No obstante, si bien, en su momento histórico éste resultó un ordenamiento jurídico eficaz acorde a la realidad económica y política de aquel entonces, los alcances y resultados son limitados, dada la cambiante dinámica de la capital y las implicaciones en la conducción económica, así como los nuevos conceptos que se manejan en el marco institucional.
Así, afirmó el presidente de la Comisión de Administración Pública Local, Alejandro Piña, es urgente instaurar un nuevo instrumento jurídico que proporcione soporte a las necesidades actuales de la ciudad en materia económica, el cual concibe como tarea fundamental del gobierno, la generación de las condiciones adecuadas para favorecer el crecimiento económico sustentable, como un medio para propiciar el bienestar social.
Una característica muy importante de la ciudad capital ha sido, precisamente, su empuje económico y capacidad de autosuficiencia para financiar los servicios, la infraestructura y los programas sociales puestos en marcha. La mitad de sus recursos dependen de sus propias capacidades, situación que no ocurre en ninguna otra entidad federativa. En este orden de ideas, la iniciativa refiere que, de acuerdo con datos del Sistema de Cuentas Nacionales de México del INEGI, el Distrito Federal ocupa el primer lugar en aportación al PIB nacional, con el 17.7% respecto del total de la República Mexicana. Asimismo, la capital cuenta con 382 mil 056 unidades económicas, es decir, el 10.3 % del país. Del mismo modo, emplea a 3 millones 299 mil 325 personas, lo que representa el 16.4 % del personal ocupado en el país.
Estas cifras parecen ser muy alentadoras, en cuanto a desempeño se refiere, pero que no reflejan el aprovechamiento del potencial de crecimiento económico que tiene la cuidad, como centro estratégico del país, y el principal polo generador de riqueza económica, cultural y social de país. De ahí la importancia que ostenta el propiciar y fomentar su desarrollo económico, para así generar el crecimiento y desarrollo económico de México, así como mejorar la calidad de vida, no sólo de los capitalinos, sino de millones de mexicanos. Lo cual también abonará en una menor vulnerabilidad, ante crisis económicas extranjeras, que pudieran ocurrir.
De esta manera, la iniciativa de Ley para el Desarrollo Económico del Distrito Federal incluye como conceptos esenciales: la sustentabilidad, competitividad, productividad y transparencia; los cuales forman parte fundamental de la nueva realidad, tanto a nivel nacional como internacional. Todo ello, en el marco de un desarrollo sustentable, equilibrado y equitativo del Distrito Federal; que propicie la participación de los sectores público, social y privado para mejorar el bienestar de los capitalinos. También otorga al titular de la Secretaría de Desarrollo Económico amplias funciones entre las que destacan: estrategias de ordenamiento territorial de la actividad económica, políticas de verificación e inspección, acciones mejora regulatoria, promoción de la cultura emprendedora, entre otras; con las cuales, conjuntamente, se busca favorecer el entorno económico de la ciudad.
Las directrices propuestas en la iniciativa fungirán como otro pilar de apoyo a la nueva política económica de la Ciudad de México, para, entre otras cuestiones, generar nuevas fuentes de empleo, consolidar las existentes y promover el autoempleo, así como elaborar planes y programas de vinculación entre el sector económico y el educativo; además de fomentar la inversión productiva, la mejora regulatoria, la competitividad, y atraer la inversión extranjera e impulsar la modernización y el desarrollo tecnológico.
La aplicación de dicha Ley, en el ámbito de sus atribuciones y competencias, estará a cargo del Jefe de Gobierno del Distrito Federal y las Secretarías de Desarrollo Económico, Desarrollo Urbano y Vivienda, del Trabajo y Fomento al Empleo, de Ciencia, Tecnología e Innovación, de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades, todas dependencias capitalinas; así como de las delegaciones y la Comisión Interdependencial para el Fomento y Promoción del Desarrollo Económico de la Ciudad de México.
Sobre esta última, cabe resaltar que la iniciativa plantea su creación, como un órgano de coordinación, integrado por las instancias antes señaladas, encargado de la planeación, coordinación, apoyo, consulta y seguimiento de los programas, proyectos y acciones que promuevan el fomento, promoción y desarrollo de las actividades económicas en la Ciudad de México”. Del mismo modo, se aborda la conformación de Comités de Fomento Económico Delegacionales, a través de los cuales, cada demarcación instrumentará su respectivo programa y “serán foros permanentes de participación de organizaciones productivas del sector privado y social y de la comunidad académica, con el objeto de promover el desarrollo económico, el empleo y nuevas inversiones productivas”.
En otro tenor, la iniciativa propone instrumentos para la promoción y fomento para el desarrollo económico, por medio de los cuales se otorgarán los estímulos que contribuyan al crecimiento económico equilibrado, sustentable, sostenido y a la generación de empleos formales. Dichos instrumentos podrán ser de mejora regulatoria, financieros, fiscales, de promoción económica, de infraestructura, para la investigación, desarrollo tecnológico y de capacitación, entre otros.
En torno a las directrices para el Fomento y Promoción del Desarrollo Económico, la iniciativa detalla que las “Dependencias y Entidades de la Administración Pública, en el ámbito de sus respectivas competencias, propiciarán el desarrollo y la consolidación de los Agentes Económicos por medio de las siguientes directrices”: desarrollo sustentable; mejora regulatoria para la promoción y fomento del desarrollo económico; aprovechamiento territorial en materia económica; inversión; fortalecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas; promoción del empleo productivo; desarrollo e innovación en ciencia y tecnológica; impulso a la infraestructura y creación de bienes de uso público; e integración de actividades productivas.
Finalmente, indicó Piña Medina, otro de los aspectos a resaltar, gira en torno a que la Secretaría de Desarrollo Económico “integrará, administrará y actualizará sistemas de información económica que proporcionen datos útiles, confiables y oportunos en los rubros de comunicación interdependencial, precios, finanzas, inversión, corredores y administradores inmobiliarios, en materia de registro de apertura, operación de establecimientos mercantiles, en materia regulatoria, entre otros”. Así, “podrá proponer la celebración de convenios con los sectores público, privado y social, nacional o internacional para la integración y actualización de dichos sistemas”.