AUMENTAR DECIBELES PERMITIDOS VA EN PERJUICIO DE LA SALUD
05 de Agosto de 2014
Ante la intención de la Secretaría del Medio Ambiente local de elevar los decibles permitidos en establecimientos mercantiles generadores de ruido, el Diputado del Grupo Parlamentario Pan en la Asamblea Legislativa del DF, Orlando Anaya, pidió replantear dicha propuesta, a fin de cuidar la salud de los capitalinos.
El límite aceptado por la Organización Mundial de la Salud es de 65 decibeles y la Sedema busca hoy elevar al límite permitido a 68 decibles; medida que va en perjuicio de la salud de los ciudadanos, pues sabemos que el ruido en exceso ocasiona problemas como hipertensión, estrés, ataques del corazón y daños irreversibles en la estructura del oído, declaró.
El integrante de la Comisión de Salud de la ALDF calificó como una contradicción el que por una parte el Gobierno del Distrito Federal tome medidas a fin de reducir la contaminación ambiental, con las modificaciones al Programa Hoy No Circula, y por otra parte olvide la gran problemática que vive la ciudad debido a la contaminación acústica.
El GDF ignora el problema de la contaminación auditiva; además de que la fomentaría de permitir el aumento de los niveles de ruido. Lo que se debe de hacer es coordinar acciones entre autoridades a fin de regular diversas medidas encaminadas a reducir los daños a la salud de la población por la contaminación auditiva. Es un doble discurso el que el Gobierno quiera procurar el cuidado de la salud de la población al reducir los niveles de contaminantes restringiendo el uso del auto, pero sí podría permitir que los ciudadanos queden expuestos a un nivel más alto de ruido, dijo.
El asambleísta solicitó a la Secretaría de Medio Ambiente dar marcha atrás a esta propuesta que va en perjuicio de los habitantes de la ciudad, que día con día tienen que soportar ruido de antros, centros nocturnos, bares, chelerías, entre otros.
El ruido en antros y centros de consumo, además de generar malestar entre la gente, también son causas de conflictos vecinales y va en detrimento de la calidad de vida de las personas. Se han documentado estudios donde se observa que el efecto del ruido es mediado por una reacción emocional, la cual perturba el equilibrio de nuestro organismo, produciendo alzas de presión sanguínea, aceleración del ritmo cardíaco, incremento de la secreción estomacal y otros síntomas asociados, entre otras afectaciones.”, sostuvo.
Cabe señalar que en noviembre de 2013, el diputado Orlando Anaya presentó ante el pleno de la ALDF una iniciativa para crear la Ley de Acústica del DF, la cual busca regular las emisiones de ruido generadas en construcciones, establecimientos mercantiles y transporte.
Con esta iniciativa, la Ciudad de México tendrá una mejora en la calidad de vida de sus habitantes, pues al estructurar y coordinar facultades y responsabilidades entre las autoridades, se reducirá el ruido en la ciudad, generando de manera directa una reducción del nivel de estrés por contaminación auditiva, reducción de enfermedades, y por fin se regularán el ruido de los comercios, construcciones, e incluso en el transporte público, finalizó.