Buscan diputados del PAN facilitar transporte a personas con capacidades diferentes
07 de Abril de 2016
* Plantea por medio de una ley obligar al transporte público a instalar asientos reservados para ellos.
* Lamenta diputada falta de oportunidades en movilidad para personas con discapacidad
A nombre de la bancada del PAN en la ALDF, la diputada Wendy González Urrutia, lanzó este jueves una iniciativa de ley que obligará a toda la red de transporte público capitalino, a contar con asientos destinados en forma exclusiva para las personas con alguna discapacidad.
“Ellos representan un sector lastimado y vulnerable que requieren atención focalizada que hoy en día el gobierno local ha omitido y sobretodo, en materia de movilidad, lo que ha fracturando sus derechos humanos fundamentales”.
No hacerlo, especificó la panista y secretaria de la Comisión de Movilidad, Transporte y Vialidad en la ALDF, constituye una grave omisión para estos ciudadanos. “Es necesario conocer, identificar y analizar las diversas conductas discriminatorias, así como reconocer los patrones, discursos que la sustentan y evidenciar los ámbitos más recurrentes en que se violan sus derechos”.
Para la legisladora del Grupo Parlamentario del PAN, este problema está inminentemente ligado con las barreras y restricciones sociales afectando su plena e integra participación dentro de la sociedad.
“Con esta iniciativa, buscamos romper con el paradigma que dentro de la sociedad hay personas consideradas como normales o competentes, y por el otro, aquellas que por su condición física o mental son consideradas como “anormales” o “incapaces”, y que por lo tanto no pueden participar como sociedad activa”.
Desde la Tribuna al presentar esta iniciativa, González Urrutia refirió que el Censo de Población y Vivienda de 2010 en la ciudad, revela que hay alrededor de 483 mil 45 personas en estas condiciones, las cuales representan el 5.46 por ciento del total de los habitantes.
Finalizó al precisar que el tema de la discriminación siempre ha sido un tema latente e incrustado en la visión general de las personas, por lo que también se requieren políticas públicas para revertir dicha percepción generando un nuevo paradigma en la cultura de respeto entre la sociedad.