BUSCARÁN PROFESIONALIZAR SERVICIO DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
13 de Noviembre de 2013
El diputado local Alejandro Piña Medina, presidente de la Comisión de Administración Pública local, anunció que presentará ante el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, una reforma tiene como propósitos fundamentales generar una administración pública adecuada, con capacidad técnica y profesional para el servicio público, garantizar el funcionamiento adecuado de las instituciones para la ejecución de planes y programas, así como el logro de metas de la administración pública del Distrito Federal.
Sobre esta iniciativa, generada a partir de las experiencias recopiladas durante el “Foro Función Pública y Cultura Ciudadana, por una Ciudad más Amable”, el legislador puntualizó que, actualmente, la Ley Orgánica de la Administración Pública del Distrito Federal establece que sólo los Directores Generales de Administración, de las delegaciones políticas, deben acreditar una licenciatura y contar con la cédula profesional respectiva, para el ejercicio de la profesión en las áreas de contaduría, administración pública, administración de empresas, finanzas, economía, derecho, ingeniería o ciencias en las áreas afines a la administración; así como cubrir dos años de experiencia.
Esta regulación es de alcance corto, por ello, debe ampliarse a todas las Direcciones Generales, Direcciones Ejecutivas, Direcciones de Área y Coordinaciones, de toda la Administración Pública del Distrito Federal.
Cabe resaltar que, de acuerdo con las páginas web de los 16 Órganos Político-Administrativos, éstos cuentan con una platilla de 578 mandos directivos, quienes ocupan cargos en Direcciones Generales, Direcciones Ejecutivas, Direcciones de Área y Coordinaciones. La remuneración total por estos cargos suma una cantidad aproximada de cuarenta millones de pesos.
De esta manera, el legislador local señaló que la falta de formación académica de los mandos directivos implica, entre otros riesgos, que los funcionarios públicos no cuenten con el perfil requerido para ocupar un puesto de responsabilidad dentro de la organización gubernamental. Lo cual, se puede traducir en una mala conducción de la administración y baja calidad de los servicios dirigidos la población.
Por ello, propuso, a través de una reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública del Distrito Federal, que los servidores públicos cumplan con los requisitos exigidos para acceder a un cargo o comisión, sin los cuales no podrán ser designados. En el caso de estudios y formación profesional, deberán acreditar la posesión de certificados requeridos en cada caso, expedidos por las instituciones educativas de nivel superior habilitadas para ello.
Así, a partir de la visión de administrar para mejorar, la gestión pública debe enfocarse en valorar los alcances y perfiles de los servidores públicos, con el objetivo de optimizar los procesos de gestión. De esta forma, se brindarán mejores condiciones de servicio y eficacia, a una sociedad cada día más demandante.
La profesionalización del servicio público se ha convertido en una de las principales demandas de la sociedad, que exige gobiernos democráticos, pero también eficaces y eficientes, al atender las necesidades ciudadanas. Al mismo tiempo, este tema representa un polo de atención, tanto para quienes gobiernan como para los estudiosos de la administración pública.
En este orden de ideas, el ejercicio de gobierno debe dejar atrás la improvisación, la designación discrecional de los cargos administrativos, las promociones inducidas y el predominio de las lealtades individuales sobre la lealtad institucional.
Hoy en día, la existencia de una legislación dispersa, constituye un laberinto jurídico, que se materializa en la falta de uniformidad en los perfiles de los servidores con mando; lo que ha ocasionado un desgaste de la administración pública y, en algunos casos, ha originado una imagen de desprestigio, creada por malas prácticas, como la ineficiencia, el autoritarismo y el nepotismo. Términos contrarios al espíritu de un servicio público eficiente y de calidad.
De esta manera, resulta indispensable crear instrumentos normativos más rígidos, para consolidar la profesionalización y evitar la improvisación de funcionarios, pues esto conlleva un costoso aprendizaje que se transforma en acciones ineficaces y resultados negativos para la ciudadanía.
Por lo cual, la profesionalización del servicio público, sentará un precedente y aspirará a convertirse en normatividad de orden general, así como en un modelo de organización y funcionamiento del servicio público, concluyó Alejandro Piña Medina, Presidente de la Comisión de Administración Pública Local.