COLEGIO DE INGENIEROS MILITARES GARANTE DE RESCATAR EDIFICIOS CON MÁS DE 10 GRADOS DE INCLINACIÓN EN VÍAS DE COLAPSO
15 de Noviembre de 2015
Integrantes del Colegio de Ingenieros Militares, Teniente Juan de la Barrera, AC, serían los responsables de rescatar todos los edificios con más de 10 grados de inclinación que en cualquier momento pueden caer por la poca firmeza estructural, las que, además, no resistirían un terremoto de más de 7.5 grados en la escala de Richter, señaló la diputada Ana Juana Ángeles Valencia.
Acompañada por habitantes de las delegaciones Gustavo A. Madero, Cuajimalpa y por el ingeniero Jacinto Ruiz Aquino, investigador en geología y daños estructurales del Instituto Politécnico Nacional (IPN), expresó que es de suma importancia que las autoridades delegacionales, de las Secretarías de Obras, Protección Civil, del Instituto para la Seguridad de las Construcciones y constructoras, escuchen opciones ciudadanas y científicas para solucionar el grave problema de edificaciones inseguras.
En conferencia de prensa Ángeles Valencia presentó al ingeniero en geología Ruiz Aquino, quien expresó que a través de la inversión de esfuerzos en los suelos inestables se pueden rigidizar las superficies para evitar que las construcciones se hundan de manera irregular y colapsen por la influencia de inundaciones y terremotos.
Argumentó que él y el Colegio de Ingenieros Militares (CIM) podrían hacerse cargo de regresar a la vertical a más de 540 construcciones dictaminadas por el Instituto para la Seguridad de las Construcciones del GDF como de alto riesgo en diversas colonias capitalinas.
Expresó que resultaría más barato consolidar los suelos que derrumbar edificaciones y posteriormente volverlas a construir en el mismo sitio. Esto, dijo, elevaría los costos y el problema volvería a surgir en corto plazo con mayor intensidad.
Destacó que con la patente de consolidación de suelos, a través de la inversión de esfuerzos, no se desalojaría a los habitantes y que un lapso de siete días quedarían de pie alcanzando los 90 grados de verticalidad con un suelo rígido de por vida.
Ruiz Aquino consideró que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) debería valorar el costo-beneficio de esta alternativa de solución para evitar que millones de familias resulten afectadas por el inminente colapso de miles de construcciones fuera de la norma de construcción.
En su oportunidad, Luis Armando Arredondo Aramburu, administrador de la Manzana II, de la Unidad Habitacional Lindavista-Vallejo, en Gustavo A. Madero, explicó que en 2011 se subió un Punto de Acuerdo para solicitar 80 millones de pesos que fue aprobado pero nunca se ejerció el recurso para solucionar la inclinación de más de 10 grados de un edificio de 40 departamentos, donde habitan más de 200 personas que están en riesgo de que en cualquier momento se desplome la construcción.
Sara Gómez Esperanza, vecina del edificio 52, entrada C, departamento 302, de la misma Unidad Habitacional, desde hace 50 años, solicitó al GDF tomar conciencia de que los condóminos viven en la zozobra diaria de que su departamento se caiga.
“Queremos ser escuchados, pues desde 2010 estamos pidiendo ayuda; el dinero se ve por muchos lados, sin embargo, las autoridades no hacen nada por ayudarnos”, sostuvo.
En su oportunidad, Jorge Acosta Tecante describió que la Unidad Lindavista Vallejo tiene cuatro mil 212 departamentos, dividido en tres manzanas y que los edificios más dañados están la Manzana II, donde hay dos mil 368 departamentos y argumentó que desde el 2000 han realizado gestiones ante las autoridades del Gobierno capitalino sin obtener respuestas.
Mencionó que se incorporaron a diversos programas sociales como el Ollin Kallan de la Procuraduría Social (PROSOC) para resolver el problema y que sólo realizaron mecánica y análisis estructural a tres edificios, cuyos resultados destacan el estado crítico, donde viven más de 800 personas en 168 departamentos.
Javier Ortiz Coordinador ciudadano de Tepetongo y vecino de la Barranca Santa Rita, explicó que hay 50 casas que en época de lluvias se ven afectadas por taludes y desgajamientos. Algunas de ellas, dijo, se les han hundido el piso sin que las autoridades de Protección Civil hagan algo por ellos.