DAÑOS CAUSADOS POR OBESIDAD IGUALES A LOS DEL ALCOHOL Y TABACO
11 de Agosto de 2013
Al señalar que firmará el decálogo de políticas públicas para prevenir el sobrepeso y la obesidad que presentará la Alianza por la Salud Alimentaria, la diputada Ernestina Godoy Ramos indicó que los daños generados por estas enfermedades sólo son comparados a los provocados por el consumo de alcohol o el tabaco.
La integrante de la Comisión Especial por el Derecho a la Alimentación y Nutrición de la Asamblea Legislativa, exhortó a los diputados locales de todos los partidos a “ser valientes” para legislar en favor de la salud pública, sin importar trastocar intereses de las grandes empresas distribuidoras de “comida chatarra”.
“Guardando las proporciones, los daños causados por el alto consumo de refrescos y bebidas azucaradas y la ingesta de comidas chatarra, sólo es comparable con el consumo de tabaco o el alcohol y así debemos asumir la dimensión del reto que tenemos por delante, así debemos tratar este tipo de productos dañinos para la salud en un nuevo marco regulatorio”, afirmó la legisladora.
Sostuvo que estos dos grandes problemas de salud pública requieren de una nueva cultura, que modifique hábitos y costumbres, pues de acuerdo al director de la asociación civil “El Poder del Consumidor” (EPC), el sobrepeso y la obesidad afectan a cuatro de cada 10 niños de la ciudad de México y siete de cada 10 adultos excede el peso ideal, siendo uno de los principales factores el consumo de bebidas con alto nivel de azucares. Por ejemplo, añadió, los mexicanos consumen 160 litros de refrescos al año, es decir, 42 litros más que los estadounidenses.
Si evaluamos lo realizado y observamos los resultados que nos arrojan las cifras oficiales contenidas en la Encuesta Nacional de Nutrición 2012, donde el DF registra rangos de sobrepeso y obesidad superiores al promedio nacional y nos ubican como una de las entidades con mayor proporción de personas con este padecimiento, es urgente tomar cartas en el asunto con políticas públicas y reformas legales adecuadas, afirmó.
Por ello, consideró necesario realizar un esfuerzo similar al efectuado para enfrentar la crisis provocada por la contaminación atmosférica a principios de los años 90, que implicó modificaciones en todos los aspectos, reformas a las leyes y cambio de conciencia de los ciudadanos.