DEBE SER OMBUDSMAN CAPITALINO IMPARCIAL Y AUTÓNOMO
03 de Octubre de 2013
Para el Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano, quien esté encargado de la conducción del órgano protector de los Derechos Humanos en nuestra Ciudad, es decir, el Ombudsman capitalino, debe de poder ejercer sus facultades como un medio para actuar de manera autónoma e imparcial frente a los poderes del Estado.
El papel de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal es vital para evitar los abusos de poder, sirviendo como contrapeso de las decisiones políticas que pretendan limitar al régimen de libertades y tutelando el cumplimiento de las decisiones ciudadanas.
Asimismo, creemos que la Comisión debe hacer frente al desconocimiento que gran parte de la sociedad tiene de sus derechos fundamentales, convirtiéndolos en una herramienta de trabajo del quehacer cotidiano, lo que debe de llevarse a cabo con gran rigor intelectual, en apego a la Constitución y al derecho internacional, y necesariamente de la mano con la sociedad civil.
Los Derechos Humanos y la democracia son conceptos indivisibles. La inexistencia de uno imposibilita la existencia del otro. Carlos Santiago Nino escribió con una gran claridad que “es la función de hacer efectivos los derechos individuales básicos lo que provee la justificación moral primaria de la existencia de un orden jurídico, o sea, de un gobierno establecido”.
Por nuestra vocación democrática y progresista, en Movimiento Ciudadano asumimos ese principio como una responsabilidad fundamental. Estamos comprometidos con un futuro para la Ciudad de México donde las personas podamos vivir con plenitud nuestros derechos fundamentales, para lo cual empeñamos nuestros esfuerzos en su promoción y defensa. Sólo así podremos tener una mejor democracia, una democracia de verdaderos y verdaderas ciudadanas, que nos permita la transformación de esta gran metrópolis.
Nuestra Capital tiene hoy en día un marco jurídico de libertades y derechos sin antecedente ni parangón en toda América, sin embargo tenemos aún enfrente dos grandes retos: Primero, que esos derechos y libertades se materialicen en la vida de las personas, y segundo, continuar con un proceso de verdadera ciudadanización de la democracia que sea instrumento y garante de esa materialización.
Estos son los principales retos que nuestro Grupo Parlamentario asume como guía del proceso legislativo a seguir en la materia, para que se busque así al mejor titular de la CDHDF para los siguientes cuatro años.