DEFINEN ESTE FIN DE SEMANA LA FIESTA BRAVA EN DF
15 de Octubre de 2014
Este fin de semana podrían dirimirse las diferencias entre los grupos parlamentarios de la ALDF, sociales y de industriales de la tauromaquia respecto al sí o el no se prohíben las corridas de toros en la capital del país, señaló el presidente de la Comisión de Normatividad Legislativa, Estudios y Prácticas Parlamentarias, Óscar Moguel Ballado.
El diputado de Movimiento Ciudadano destacó que existen coincidencias en el dictamen de decreto en torno a cancelar el acceso a los menores de edad por la influencia negativa que les genera estos espectáculos y confió también en que los involucrados evaluarán la situación económica del contexto taurino.
En este sentido destacó que debe tomarse en cuenta el impacto económico que dicha actividad genera en las ganaderías, las empresas, los matadores, los banderilleros, aficionados y medios de comunicación entre otros actores que forman parte de un universo que rebasa por mucho las fronteras territoriales de la ciudad de México y que en su conjunto generan más de 500 mil fuentes de empleo.
Destacó que las corridas de toros, en tanto constituyen una industria importante, no sólo para los capitalinos sino incluso para personas de otras entidades de la República, que tienen un fuerte impacto en la economía de numerosas familias y que además implican una actividad cultural con gran arraigo en nuestro país, no deben ser prohibidas en el Distrito Federal hasta en tanto no se creen factores económicos indispensables para eliminar la tradicional actividad taurina.
Refirió que al momento la balanza fluctúa entre los aspectos jurídicos, morales, culturales e industriales, además de que históricamente las cancelaciones y las autorizaciones han prevalecido al arbitrio de quienes ostentan el poder político sin importar los puntos de vista de la sociedad en general.
Resaltó que actualmente la Ley de Espectáculos Públicos del Distrito Federal permite y regula las fiestas taurinas en sus Artículos 42 y 48 y que históricamente han gozado de aceptación y de rechazo desde el ámbito gubernamental de tal suerte que las administraciones han establecido por una parte la protección y procuración de dichas actividades y por otra su prohibición.
Hizo notar que una de las argumentaciones para prohibir las corridas de toros es que están estrechamente relacionadas con actos de crueldad al torturar hasta la muerte a los animales que poseen un sistema nervioso equivalente al humano.
Manifestó que grupos de defensa de los derechos de los animales rechazan tajantemente la continuación de la Fiesta Brava argumentando que durante 20 minutos los toros reciben severos maltratos.
Explicó que a través de puyazos les destrozan las cervicales, que la colocación de tres pares de banderillas perfora su carne en cada movimiento y que los estoques de 80 centímetros suelen penetrar repetidas veces en el cuerpo del animal destrozándoles los pulmones hasta ahogarlos en su propia sangre.
Los defensores de los derechos de los animales, dijo, describen este espectáculo como dantesco porque está basado en la tortura, el dolor y el ensañamiento con el toro, y con ello se muestra un claro desprecio hacia los derechos de la fauna, además de transmitir valores negativos a la sociedad tales como el uso injustificado de la violencia, el disfrute con la tortura y el maltrato animal.
El diputado Moguel Ballado destacó también el punto de vista de los industriales. Dijo que de optarse por la negativa de las corridas de toros podrían quedar en el desamparo más de 14 mil familias que viven de las corridas de toros, además que dejarían de operar 56 empresas taurinas que generan cerca de 456 mil empleos temporales.
Refirió que la suspensión definitiva afectaría a 278 ganaderías mexicanas que dejarían de generar cuatro mil empleos directos y cerca de 10 mil indirectos en actividades que desarrollan tanto en los campos como en las más de 60 plazas taurinas del país.
También reveló que cada año se celebran en el país más de mil 100 festejos taurinos en los que se invierten mil 200 millones de pesos en la compra de toros y dos mil 400 en industrias paralelas como el transporte de ganado, la producción y venta de objetos a partir de la res brava, además de la exportación de ganado en pie e inseminación artificial que se hace fundamentalmente a Sudamérica.
Enfatizó que esta actividad humana ha generado una importante polémica por parte de quienes pretenden eliminar la fiesta brava, así como aquellos que la exaltan como una valiosa tradición histórica y estética que forma parte destacada de los espectáculos mas arraigados en decurso de la vida de este país.
Recordó que en la ciudad de México las corridas de toros fueron prohibidas en dos ocasiones; la primera el 7 de diciembre de 1867, cuyo decreto tuvo una vigencia de 19 años, 10 días y, la segunda, en 1917, que sólo duró tres años.
De igual forma mencionó que en España, la cuna de la tauromaquia, se han registrado varias prohibiciones y autorizaciones a lo largo de su historia.