DENUNCIA GPPAN DESAPARICIÓN DE CALLE Y ECOCIDIO
26 de Septiembre de 2011
Al llamar a los habitantes del Distrito Federal a estar atentos a las construcciones que se realizan en sus calles o colonias, para poner un freno al “auge” de los proyectos inmobiliarios que se desarrollan fuera de la ley, diputados del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional denunciaron la “desaparición” de una calle completa en la delegación Tlalpan, con el uso de documentos apócrifos y el autismo de las autoridades capitalinas ante las múltiples denuncias de vecinos.
Silenciosamente y bajo el amparo de las administraciones perredistas en la delegación Tlalpan y del Gobierno del Distrito Federal, se “borraron del mapa” 3 mil metros cuadrados de la calle Fuente de la Alegría, y se consumó el ecocidio de más de 60 árboles que albergaba dicha vialidad, constataron los diputados Mariana Gómez del Campo Gurza y Rafael Calderón Jiménez, durante un recorrido por la zona que también fue transmitido en vivo vía twitcam.
Desde 2008, detallaron vecinos del lugar, comenzaron a realizarse cambios en la calle Fuente de la Alegría, considerada patrimonio de todos los capitalinos, pero lo que llamó su atención fue la tala de más de 60 árboles ordenada por la delegación Tlalpan, misma que motivó una queja ante la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT), de la cual, al día de hoy, no han obtenido respuesta.
No fue sino hasta marzo de 2010, cuando sin ningún permiso oficial, se empezó la excavación profunda con la que se desapareció la calle. En el mes de junio se presentó la manifestación de construcción y se exhibió una licencia de 288 departamentos, de 1980 y que señalaba como fecha de término el año 1983.
“Con documentos falsos, la propia Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) y la delegación Tlalpan, concretamente José Alcaraz García, convalidaron la existencia legal de este complejo y expidieron un certificado de acreditación de uso de suelo por derechos adquiridos”, refirieron.
La también Coordinadora del GPPAN recordó que en el DF la constante ha sido que se concluyan proyectos que violan los programas de desarrollo urbano y luego los desarrolladores acudan a la Asamblea Legislativa para hacer los cambios de uso, que aprueban los legisladores perredistas utilizando su mayoría.
Al adelantar que el próximo martes acudirán ante la Contraloría del Distrito Federal para presentar la denuncia correspondiente, Gómez del Campo pidió a los vecinos organizarse para no permitir que se consume este abuso de la autoridad, tal y como ocurrió con el caso de la calle Rébsamen, en la delegación Benito Juárez, donde frenaron la privatización de la misma para convertirla en un estacionamiento de una cadena comercial.
La Coordinadora y el diputado Rafael Calderón Jiménez reconocieron que hay muchos ciudadanos que ven muy complicado seguir los trámites que implica levantar una denuncia en esta ciudad, pero alertaron que sin su apoyo este “pequeño negocio”, que se ha incrementado con la complicidad de las administraciones perredistas, seguirá creciendo.
Por ello, y ante el interés manifestado por los twiteros que los siguieron a través de www.marianagomezdelcampo.mx y http://twitcam.livestream.com/6lgbc, dieron a conocer cuatro pasos a seguir para terminar con las violaciones al uso de suelo en el Distrito Federal: primero, verificar el estatus y uso de suelo en la página de internet de la Seduvi y de la delegación que corresponda.
Asimismo, si es que ya está la obra en construcción, acudir ante el Instituto de Verificación Administrativa (INVEA) para solicitar que se realice una visita de verificación.
En caso de que se hayan derribado árboles, ir ante la PAOT a presentar la denuncia correspondiente, por posible ecocidio. Finalmente, en caso de violaciones al reglamento de construcción, dar aviso a la Secretaría de Protección Civil y a la delegación, para que se proceda a la suspensión o clausura de la obra.
Por último, los legisladores de Acción Nacional destacaron que lo importante es “denunciar, no quedarse callados y hacer algo”, para terminar con las injusticias y abusos que ocurren en la ciudad, como “volarse un pedazo de calle”.
“Entre todos tenemos que cuidar nuestras áreas verdes, nuestros espacios comunes, que son patrimonio de todos. Que los vecinos se encuentren vigilantes y en comunicación, para, entre todos, terminar con los vicios que perjudican la calidad de los servicios y de vida de los habitantes de la ciudad”, concluyeron.