DESPIDEN LOCATARIOS Y DIPUTADO A TITULAR DE SEDECO
18 de Agosto de 2011
El diputado Rafael Calderón Jiménez acompañado de locatarios de mercados realizaron la clausura de las oficinas de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) y decretaron el despido ciudadano de su titular, Laura Velázquez. La razón fue la ineficiencia e inoperatividad que ha demostrado en el manejo de los 318 mercados públicos de la ciudad, y la falta de acciones que eviten su desaparición.
“Esta es la primera de muchas otras clausuras que realizaremos y, así como sucedió con la funcionaria haremos el despido ciudadano del Jefe de Gobierno, a quien invitamos a que se dé una vuelta por los mercados públicos. Lo vemos por ahí muy enamorado, pues que vaya con su novia a verificar la situación de atraso de los centros de abasto, de sus condiciones, del abandono en el que los tienen”, señaló.
El también presidente de la Comisión de Abasto y Distribución de Alimentos exigió a ambos funcionarios que en el próximo presupuesto asignen una partida presupuestal a los 318 mercados, y que cada quien asuma su responsabilidad para que se destinen y se ejerzan estos recursos.
Tras la clausura a las oficinas de la Sedeco, el diputado del PAN aseguró que la famosa Norma 29 no sirvió de nada ante la falta de impedimento legal para que las tiendas de conveniencia se instalen cerca de los mercados.
“Han pasado más de 50 años desde que se abrió el último mercado en la Ciudad de México. Ahí es donde nos damos cuenta de de la poca importancia que le dan a estos centros, de los cuales no sólo dependen 70 mil familias, sino millones de ciudadanos que adquieren su canasta básica dentro de los mercados”, apuntó.
Calderón Jiménez demandó que en lugar de gastar tiempo y dinero en espectaculares para promocionar su imagen, la Secretaria de Economía está obligada a invertir estos recursos, en salvar a los mercados e impedir que se sigan abriendo tiendas de conveniencia junto a éstos.
Cabe señalar que a petición del personal de base de esta dependencia, se le permitió la entrada a varios trabajadores, pese a la clausura de las oficinas, toda vez que fueron amenazados con descontarles el día si no chocaban su entrada.