Discurso de odio en las declaraciones de la Arquidiócesis: Elizabeth Mateos
26 de Septiembre de 2016
· La diputada perredista dijo que afirmar que la homosexualidad es un asunto de enfermedad no sólo es irresponsable, sino que muestra la ignorancia de quienes por la iglesia han asumido posiciones radicales
Las declaraciones de la Arquidiócesis de México revelan un discurso de odio que no contribuye en nada, aseguró la diputada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Elizabeth Mateos Hernández, al calificar de irresponsables y discriminatorias las afirmaciones sobre que integrantes de la comunidad lésbico, gay, bisexual, travesti, transexual, transgénero e intersexual (LGBTTTI) son enfermos mentales y causantes de propagar padecimientos de transmisión sexual.
“Son afirmaciones retrógradas que fomentan un clima de odio en una ciudad de México que lleva años de lucha para garantizar los derechos de todas y todos sus habitantes, la cual ha convertido a la capital del país en una metrópoli de vanguardia”, consideró la vocera de la fracción perredista.
Por ello invitó a la Arquidiócesis de México, encabezada por el cardenal Norberto Rivera Carrera, a actuar con responsabilidad y no contribuir a que grupos radicales actúen contra los integrantes de la comunidad gay y se generen tragedias de este tipo en pleno siglo XXI, como la ocurrida en junio pasado en Orlando, Florida, en Estados Unidos.
La presidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la ALDF recordó que desde el 17 de mayo de 1990 la Organización Mundial de la Salud (OMS) retiró la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales, luego de años de lucha de movimientos de la diversidad sexual por defender sus derechos.
Mateos Hernández agregó que este concepto fue catalogado en 1968 como una enfermedad mental en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, pero sólo cinco años después decidió quitarla, pues social y científicamente se trataba de una calificación errónea.
“Es una lucha que no se ha ganado del todo, pues la homofobia aún se vive en el ámbito laboral, escolar, familiar y religioso, como se demuestra en este caso en el que la iglesia católica lanza discursos de odio que pueden convertirse en actos de violencia física; esto no sólo demuestra ignorancia, sino el haber asumido una posición radical que socialmente debe ser rechazada”, dijo.
Según la Encuesta sobre Discriminación en la Ciudad de México (EDIS) 2013 del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación capitalino (Copred), entre las causas más comunes de discriminación en la ciudad, están las sexuales y los homosexuales están dentro de los grupos más discriminados.
“En esta ciudad llevamos años de lucha en defensa del respeto de los derechos humanos de todas y todos, no podemos permitir un retroceso que ponga en riesgo el bienestar y seguridad de sus habitantes. Una ciudad de avanzada no puede tener discursos oscurantistas que, aunque lo nieguen, sólo generan odio”, consideró Elizabeth Mateos.
La legisladora explicó que a nivel nacional no existe una ley que proteja específicamente a este sector de la población, pero en la Ciudad de México, además de una en materia de discriminación hay normas que otorgan derechos y obligaciones a parejas del mismo sexo que deciden sujetarse a este acuerdo en la Ley de Sociedad de Convivencia, publicada en noviembre del 2006.
“La iglesia asegura en su discurso que los matrimonios entre personas del mismo sexo son inestables; sin embargo, en la Ciudad de México a seis años de que entraron en vigor las reformas al Código Civil para legalizar los matrimonios, de 6,525 parejas homosexuales que se unieron, de acuerdo con datos del Registro Civil, el número de divorcios fue mínimo pues sólo se produjeron 261”, puntualizó.
