ESPERA ESTUDIANTADO RESPUESTAS PARA SOLUCIONAR SU PROBLEMÁTICA
20 de Octubre de 2014
El vacío institucional y el desprecio a los jóvenes está generando situaciones como el ataque a normalistas de Guerrero y las movilizaciones de estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN), aseguró el diputado local del PRI, Rubén Erik Alejandro Jiménez Hernández, tras afirmar que la autoridad está para servir a sus ciudadanos no para desaparecerlos.
Por ello, llamó a los jóvenes del país a no permitir este tipo de situaciones ni sentirse intimidados, y mucho menos dejar que el desasosiego los envuelva.
“No podemos permitir situaciones, como las acontecidas recientemente contra jóvenes normalistas en Guerrero, donde la autoridad local fue la responsable de tan lamentables hechos; el gobierno está para servir a sus ciudadanos, para impulsar a sus jóvenes, no para dañarlos, ni abusar de ellos, mucho menos para desaparecerlos”, afirmó.
El legislador priista confió en que pronto se haga justicia y estén de regreso los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos”, de Ayotzinapa, Guerrero, tal y como se comprometió el presidente Enrique Peña Nieto en fecha reciente, al considerar que este caso representaba “una gran prueba para las instituciones del país”.
Al referirse a lo acontecido en el Politécnico Nacional, Jiménez Hernández opinó que representa una importante lección de cómo los jóvenes pueden lograr grandes cambios, de una forma organizada y pacífica, y la altura de miras que ha alcanzado este sector de todo el país en pleno siglo XXI.
“Ahora le toca al Gobierno responder de forma puntual a las demandas de los estudiantes, para que volvamos a ver a nuestro instituto en forma activa, generando conocimiento, ciencia y técnica, siempre al servicio de la patria”, aseveró ante jóvenes de la UAM, luego de exhortarlos a mantener la unidad ante la coyuntura que los mexicanos están viviendo en este momento.
Al participar en el Foro del XXII Congreso Nacional de la Asociación de Estudiantes en Ciencia Política y Administración Pública, dentro del marco del 40 aniversario de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el joven político destacó que la actual situación del país, abre una oportunidad para poder impulsar los cambios que requiere nuestra sociedad, porque después de esto, “México no será igual, ni los jóvenes verán el acontecer nacional de forma pasiva ni ajena a su entorno”, estableció.
En su mensaje a estudiantes y académicos de la UAM, Erik Alejandro Jiménez refirió que en la ciudad de México, la situación de los jóvenes no es distinta a la que se vive en otras regiones, ya que existe un panorama sombrío ante la falta de empleo, la violencia e inseguridad, la plaga de las adicciones, la crisis de las familias y el deterioro en la credibilidad de los poderes públicos.
El asambleísta del PRI admitió que el Gobierno del Distrito Federal ha instrumentado una amplia política social eficaz y convincente para compensar la desigualdad entre los ciudadanos; sin embargo, no está exenta de tintes clientelares y patrimonialistas que, desgraciadamente, esa es la constante en todo el país.
Pero también –añadió-, “hay que hablar de la crisis de un esquema asistencialista que puede desvirtuar y corromper sus objetivos, los cuales se han acentuado en los últimos años y que ahora son usados por el gobierno de la ciudad y su partido (PRD)”.
Señaló que se ha detectado –en muchos casos- que las becas a estudiantes y apoyos a jóvenes desempleados otorgados por el GDF, tienen el propósito de tratar a los jóvenes como agentes pasivos y condicionar su voluntad a un interés electoral. Aunado a ello y la natural desconfianza de este sector, se suma la incapacidad de los gobiernos para entender sus múltiples formas de expresión.
La pobreza, injusticia e inequidad que abarca anchas franjas de la sociedad capitalina, han fomentado un profundo resentimiento social y una degradación del tejido familiar que empuja a muchos jóvenes a asumir conductas negativas que impactan nocivamente hacia todo el conjunto de la población, concluyó.
