EXIGEN PRECIOS PREFERENTES DE GASOLINA EN DF
28 de Enero de 2013
Con el anuncio de una movilización para el próximo miércoles ante la Secretaría de Energía, para demandar un alto a los continuos gasolinazos, la diputada del PRD, Claudia Cortés Quiroz, firmó junto con líderes de diversas agrupaciones de transportistas, el Manifiesto por la Justicia Social y para Frenar los Aumentos a los Precios de los Energéticos.
Acompañada de la diputada Lucila Esthela Hernández, quien se sumó a esta demanda, y de agrupaciones de transportistas, en conferencia de prensa, anunció que se exige al Gobierno Federal y al Congreso de la Unión que de frente a la inminente recesión económica mundial, que impactará gravemente a la economía mexicana, se congelen durante 2013, los precios de las gasolinas Magna y Premium, diesel, gas LP, gas doméstico y la electricidad, en beneficio de 82.4 millones de mexicanas y mexicanos, clasificados por el INEGI y el CENEVAL como “pobres multidimensionales” y “vulnerables por carencia social”.
Además, se pide al Gobierno del Distrito Federal gestionar ante el Gobierno Federal precios preferentes en el Distrito Federal a las gasolinas Magna y Premium, diesel, gas LP, gas doméstico y la electricidad, para garantizar que el servicio público de Transporte de Pasajeros y de Carga de Alimentos y Productos Agropecuarios, que integran la canasta básica de sus habitantes, pueda reducir sus pérdidas debido al incremento constantes de los precios de los energéticos antes citados y con tarifas justas, beneficiar a las y los usuarios en la capital de la República.
La legisladora afirmó que junto con los trabajadores del volante, transportistas, concesionarios y permisionarios, preocupada por la gravísima situación de crisis económica, social, de movilidad, transporte, vial, urbana y rural, en que esta inmerso el país y la Ciudad de México, “proponemos acciones urgentes a los poderes federales para garantizar la justicia, igualdad y equidad social y evitar, con ellas, el gravísimo y preocupante deterioro del nivel de vida, condiciones de trabajo y los ingresos reales de la mayoría de las familias mexicanas”.
Explicó que el pasado 5 de enero de 2013, los precios de las gasolinas Magna y Premium y del diesel se incrementaron en 11 centavos, adicionales a los 9 centavos, del 8 de diciembre de 2012, y debido a que el próximo sábado 2 de febrero seguirán imponiéndose los incrementos mensuales que el pueblo mexicano denomina con indignación “gasolinazos”, ambos decididos por el Congreso de la Unión y por el Gobierno Federal, encabezado por Enrique Peña Nieto, y que constituirán tres verdaderos y fuertes golpes a la economía popular y a los ingresos familiares de la absoluta mayoría de mexicanas y mexicanos.
Es evidente, añadió que con las políticas energéticas neoliberales, la inmensa mayoría de la población “no gozamos de los beneficios que pueden proporcionarnos las industrias nacionalizadas del petróleo, gas y electricidad, ello lo prueba, contundentemente, que no obstante ese incuantificable riqueza natural, más de 82.4 millones de mexicanas y mexicanos, se hunden cada día en la pobreza y la miseria extrema, en particular, las y los trabajadores del volante del país, quienes en el caso de la Ciudad de México, se ven más perjudicados porque las tarifas del Servicio Público de Transporte de Pasajeros no se han actualizado por años”.
Claudia Cortés resaltó que en el Foro Mundial Económico de Davos, Suiza, todas y todos coinciden en el diagnóstico de una crisis económica-financiera, por tanto nacional y local, que se agravará, “por eso debemos contribuir con la sociedad para:
•Contener y sortear los impactos negativos de la peligrosa recesión actual que genera la crisis económico-financiera mundial, que estalló en EEUU, en 2008 y se ha extendido y profundizado en el período 2009-2013;
•Revertir sus consecuencias en la economía mexicana, cuyo modelo económico neoliberal se encuentra en franco agotamiento, dada la debacle causada por sus determinantes estructurales de exclusión económica, marginación social, discriminación étnica, segregación urbana y rural.
•Cambiar el modelo económico neoliberal, sus políticas, estrategias y programas federales, entre las que destacan: las de aumento constante de precios de los energéticos, de libre mercado, de privatización, desregulación y de entrega al capital financiero y monopólico extranjero de las industrias estratégicas mexicanas del petróleo, la petroquímica, el gas y la electricidad, lo que prueba su naturaleza antinacional y demuestra su rotundo fracaso económico, financiero, social, ideológico y cultural para atender mínimamente la emergencia nacional en que nos encontramos”.
La legisladora recordó que existe un importante antecedente, cuando en 2009, ante la recesión de ese año, el Gobierno Federal firmó el “Acuerdo Nacional a favor de la Economía Familiar y el Empleo”, con el cual se congelaron todo ese año los precios de las gasolinas Magna y Premium, además se redujeron los precios del gas LP y de la electricidad.
Recientemente, dijo, que el titular del Gobierno Federal, Enrique Peña Nieto, afirmó que uno de sus ejes fundamentales es: “Lograr un México próspero, que permita aprovechar los recursos naturales de manera sustentable y agregarles valor, para que su producto llegue a los bolsillos de los mexicanos de hoy y de mañana, que son los dueños de esa riqueza.”
Por eso, agregó, que hoy, ante la pretensión del Gobierno Federal de llevar a cabo una contrarreforma constitucional privatizadora en materia energética, que pondría en gravísimo peligro a los sectores estratégicos de la nación, como el petróleo, la petroquímica, el gas natural y la electricidad, “urge que las y los legisladores tomemos conciencia de que esa riqueza debe ser redistribuida, que debe servir prioritariamente para combatir la pobreza y la miseria en que se hallan más de 82.4 millones de mexicanas y mexicanos”.
Finalmente, sostuvo que es urgente defender a la patria, cumplir y hacer cumplir la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y debatir democrática, seria, rigurosa y ampliamente para buscar las definiciones, políticas, estrategias, programas, acciones, metas, ingresos y presupuestos, cuyas prioridades sean: el reconocimiento y ejercicio pleno de los derechos humanos, la mejora del nivel de vida, las condiciones de trabajo y los ingresos reales del Pueblo Mexicano, antes que el agotamiento del actual modelo económico nos lleve a una vorágine de descomposición económico-social y destrucción del tejido social, de tal magnitud, que sea incontenible la violencia social, la delincuencia organizada y el terror en todas sus expresiones, que pongan en riesgo inminente la soberanía, la existencia misma, la viabilidad de México.
