EXIGIRÁ MAYOR NIVEL ACADÉMICO EN UACM
27 de Noviembre de 2012
Para el Partido Revolucionario Institucional (PRI) la educación es un rubro primordial en la consolidación de un país y una ciudad de vanguardia, pero la farsa que se observó en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) sólo privilegió los intereses oscuros de grupos del Partido de la Revolución Democrática (PRD), aseveró el diputado Tonatiuh González Case.
En conferencia conjunta con los diputados del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Jesús Sesma y Alberto Cinta, y el jefe de la delegación Cuajimalpa, Adrián Rubalvaca, el coordinador del PRI en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) indicó que ambos partidos se deslindaron de ese conflicto porque no se prestaron al juego sucio de grupos perredistas en el que su único objetivo fue obtener posiciones en la administración del nuevo jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera.
Subrayó que un puñado de seudo estudiantes vieron en ese movimiento la oportunidad para cumplir intereses propios, como su titulación o como el trampolín a puestos públicos, por lo que anunció que iniciarán conversaciones con diputados federales para solicitar el retiro del presupuesto que otorga el Gobierno federal a la UACM, si no existe un compromiso de la rectoría por elevar el nivel de aprendizaje de sus estudiantes.
No estamos dispuestos a tolerar ese tipo de chantajes y juegos políticos del PRD, porque solo afectan a la ciudadanía y al bolsillo de los contribuyentes, advirtió el legislador priísta y explicó que el conflicto se extendió con el propósito de cuidar los intereses del ex rector, el señor Manuel Pérez Rocha, que es uno de tantos oficiales de López Obrador, quien inició esa patraña sesgada de un matiz político y no educativo.
Por último desaprobó el desempeño de la rectora de la UACM, Esther Orozco, y señaló que es necesario replantear si la universidad cumple con sus esenciales objetivos, porque luego de diez años de actividades cada uno de los 81 alumnos titulados costó al erario 111 millones de pesos.