EL FUTURO DE LA CDMX ESTÁ EN LOS JÓVENES; FUNDAMENTAL DIFUNDIR MARCO NORMATIVO QUE GARANTIZA SUS DERECHOS: RENÉ SALAS
26 de Agosto de 2015
Boletín # 235
De nada sirve tener una ley si ésta no se conoce, sostiene
Derecho a la educación, salud integral y trabajo digno, temas primordiales
La Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó por unanimidad un punto de acuerdo presentado por el Diputado René Salas Morales, del Partido de la Revolución Democrática, mediante el cual solicitó al Instituto de la Juventud realizar una campaña en medios de comunicación para difundir el contenido de la recién promulgada Ley de Derechos de las Personas Jóvenes de la Ciudad de México.
Ante el Pleno de la Diputación Permanente, el asambleísta indicó que el futuro de la ciudad y del país está en manos de los jóvenes, por lo que es indispensable que éstos participen en la política de manera consciente e informada. “El objetivo de esta Ley era dotar de a las juventudes de un instrumento jurídico que consolidara sus derechos; no una Ley paternalista, sino una Ley que los volviera actores comprometidos con el cambio”, afirmó.
Ratificada por la VI Legislatura y promulgada por el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento el pasado 13 de agosto, dicha normativa busca garantizar, entre otras cosas, el derecho de ese sector a la libertad y el ejercicio de la misma; a un nivel de vida adecuado que incluya acceso a servicios y beneficios socio-económicos, políticos, culturales, informativos, de alimentación, vivienda y vestido, así como el derecho a la protección de la intimidad, personalidad, honor y propia imagen.
En materia laboral, el ordenamiento mandata a todas las autoridades capitalinas a implementar acciones y programas que promuevan la generación de empleos dignos bien remunerados, tomando en cuenta aptitudes y vocación de los jóvenes, así como para erradicar todo tipo de explotación o prácticas discriminatorias que demeriten la igualdad de oportunidades e inequidad sobre las condiciones de trabajo, con la finalidad de elevar su calidad de vida.
De igual modo, se protege el respeto irrestricto del derecho de los jóvenes a recibir educación de calidad y acceder a todos aquellos programas educativos y de capacitación que les permitan alfabetizarse y fomentar la práctica de calores, artes, ciencias, pluralidad cultural, así como promover e impulsar la investigación científica.
Establece la obligación para el Gobierno de la Ciudad de México, de impulsar la creación de un sistema de guarderías gratuito para madres estudiantes con el fin de evitar la deserción educativa de este sector.
Asimismo, los programas educativos que sean competencia del Distrito Federal deben estar encaminados a prevenir problemáticas e informar sobre temas como el cuidado del medio ambiente, participación ciudadana, adicciones, sexualidad, VIH-SIDA, sedentarismo, sobrepeso, obesidad u otros trastornos alimenticios, violencia y equidad de género. También, el Gobierno de la Ciudad de México debe impulsar la creación de un sistema gratuito de guarderías para jóvenes estudiantes con el propósito de evitar la deserción escolar.
De igual modo, la normativa establece el acceso de los jóvenes –personas que tienen entre 12 y 29 años de edad- a servicios de salud integral, gratuita, oportuna y de calidad sin distinción de género, orientación sexual, identidad étnica, discapacidad o condición económica y pondera la educación preventiva de enfermedades y adicciones, el ejercicio libre e informado de su sexualidad, orientación o preferencia sexual, identidad o expresión de rol de género, el respeto a las decisiones sobre su cuerpo y el acceso suficiente a métodos de anticoncepción.
Por otra parte, en atención a los grupos vulnerables, mandata la protección de los jóvenes en situación de calle ante los riesgos inherentes a esa condición, la inclusión de la perspectiva de género en todas las acciones de gobierno y el respeto a los derechos humanos de las personas con discapacidad, entre otros.
Con el propósito de garantizar la participación de las personas jóvenes en el seguimiento y evaluación de programas y acciones dirigidos hacia ellos, la Ley obliga, por un lado, la creación del Consejo Joven y, por otro, la Conferencia Juvenil de la Ciudad de México, espacio de discusión, deliberación y diálogo entre las organizaciones civiles que debe realizarse cada tres años con la finalidad de extraer lineamientos en materia de políticas públicas.
“En esta capital existen jóvenes con diferencias sociales, de pensamiento, de política, de cultura, pero con una meta común: Que sean actores del cambio y que a la Ciudad y a México le vaya bien”, finalizó el legislador.