Miércoles 25 de Diciembre de 2024

Transmisión en vivo
Play

Sin transmisión

Agenda del día
Sin Actividades Legislativas

TEMA
DEL DÍA

AL INSTANTE

Noticias

Principal / 

EL ISC-DF DEBE PRESENTAR DICTAMEN SOBRE 800 INMUEBLES QUE PRESENTAN RIESGO DE DERRUMBE EN CUAUHTÉMOC

EL ISC-DF DEBE PRESENTAR DICTAMEN SOBRE 800 INMUEBLES QUE PRESENTAN RIESGO DE DERRUMBE EN CUAUHTÉMOC

01 de Julio de 2015

La Diputación Permanente de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) pidió a las autoridades del Instituto para la Seguridad de las Construcciones del Distrito Federal, (ISC-DF) presente un informe pormenorizado sobre los estados que guardan más de 800 inmuebles en la delegación Cuauhtémoc que presentan riesgo de derrumbe, de los cuales 100 están en focos rojos.
El diputado Gabriel Godínez Jiménez, al presentar un punto de acuerdo que fue aprobado por mayoría destacó que de acuerdo a información dada a conocer por la dirección de Protección Civil de la Delegación Cuauhtémoc existen 46 mil edificios, que fueron construidos hace más de 30 años, están en riesgo de sufrir algún daño por falta de mantenimiento y deterioro de los materiales por el paso del tiempo.

Godínez Jiménez hizo notar que hay aproximadamente de 50 a 60 mil inmuebles dentro de la demarcación, de los cuales 46 mil fueron construidos hace más de 200 o 300 años requieren atención especial para resguardar la seguridad de sus habitantes y de los transeúntes que caminan por esos sitios. Dijo que la construcciones más antiguas se localizan en las colonias Centro Histórico, Guerrero, Cuauhtémoc, Condesa y Roma de las que sólo las fachadas destacan en buen estado, no obstante que sus interiores están seriamente dañados.

Destacó que otro factor que coloca en riesgo de derrumbe, principalmente a construcciones que datan de 1920, localizadas en las colonias Juárez, Roma y Cuauhtémoc, es la conformación de las diferentes lentes del subsuelo de consistencia arcillosa, las que frente a un fuerte sismo o severas inundaciones pueden caerse no obstante que están bien cimentadas donde además resalta la grandeza arquitectónica de la época porfiriana.

En ese sentido refirió que por bien construidos que estén los inmuebles, con cimientos sólidos y bien estructurados, con materiales de primera calidad, si están edificadas sobre suelos poco estables pueden venirse abajo por el deslizamiento del suelo acelerado por la fuerza de la naturaleza como inundaciones o fuertes sismos, entre otros factores.

En ese sentido, argumentó la necesidad de que las autoridades del Instituto para la Seguridad de las Construcciones del Distrito Federal a cargo del ingeniero Renato Berrón Ruíz, presente un informe pormenorizado sobre el estatus que guardan las construcciones en riesgo latente así como de sus zonas de influencia que pudieran también ser dañadas por derrumbes multifactoriales a la ALDF.

Godínez Jiménez expresó que ante la indiscutible existencia multifactorial que pudiera acelerar el desplome de un inmueble, como el peso y la humedad que se generan en tiempos de lluvias, lo más importante es conocer la situación y firmeza del suelo antes de seguir construyendo edificios altos, deforestando las zonas arboladas y extrayendo el agua de manera irracional del subsuelo.

Explicó que en el caso de excesiva explotación de los mantos freáticos para extraer agua, recordó que el hídrico también ocupa un espacio en las diversas capas del terreno que al ser extraída forman oquedades que al tiempo dan paso a generar grandes socavones poniendo en riesgo la vida de los capitalinos y de sus patrimonios, así como del equipamiento urbano y vialidades.

En ese sentido expresó la necesidad de crear programas que coadyuven con el mantenimiento de grandes y viejas construcciones como vecindades, unidades habitacionales con cierta antigüedad y deterioro. Además, consideró la necesidad de brindar asesoría a los habitantes respecto al mantenimiento de sus inmuebles, de las estructuras y de la rigidización del suelo que soporte a las edificaciones sin ningún deslizamiento por hundimientos circunvecinos o por inundaciones y fuertes movimientos telúricos en un suelo arcilloso.

Recordó que un buen mantenimiento permite a las construcciones tener una vida útil de más de 40 años y que pasado ese lapso será necesario, inclusive, realizar obras de reconstrucción, cambios de redes, hidráulicas y eléctricas totales; cambio de herrerías, reparación e impermeabilización de azoteas, muros y fachadas que representen algún riesgo de venirse abajo.