MANTIENE GDF CAPACIDAD DE PAGO DE SU DEUDA
03 de Octubre de 2011
Durante el primer semestre de 2011 el saldo preliminar de la deuda del Gobierno del Distrito Federal (GDF), registró 52 mil 162.4 millones de pesos, cantidad 0.7 por ciento menor, en términos nominales, e inferior 1.0 por ciento en términos reales, respecto a 2010, cuando el saldo de la deuda se ubicó en 52 mil 529.5 millones de pesos, afirmó el diputado Erasto Ensástiga, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública.
Resaltó que como resultado de un manejo responsable, atinado, transparente y eficaz de sus finanzas, la ciudad de México aumentó su capacidad de pago con respecto a 2010 y mantiene una política de desendeudamiento de mediano y largo plazo acorde con el crecimiento potencial de sus ingresos.
Asimismo, destacó que la amortización acumulada de los dos primeros trimestres sumó 367.1 millones de pesos, con lo cual se registró un avance de 50.3 por ciento a la meta original anual (729.7 millones de pesos).
Ensastiga Santiago, explicó que, de acuerdo con el Informe de Avance del Segundo Trimestre, el GDF no realizó colocación alguna de créditos, tampoco efectuó reestructuraciones o compras de línea de crédito, por lo que reservó, para el segundo semestre, el ejercicio del techo de endeudamiento por 4 mil millones de pesos que el Congreso de la Unión le autorizó para este año y que representa 20 por ciento menos en términos nominales y reales, que el autorizado el año anterior por 5 mil millones de pesos.
Detalló que al cierre del segundo trimestre de 2011, el GDF erogó 2,219.8 millones de pesos por servicio de la deuda (amortización y costo financiero de la deuda); del total pagado, el 83.5 % (1,852.7 millones) se utilizó para cubrir intereses, comisiones y gastos de la deuda pública (costo financiero) y el 16.5 % (367.1 millones de pesos) se destinó a la amortización, registrando finalmente un balance primario por 22,370.3 millones de pesos, monto mayor 65.9 %, en términos nominales, y 67.3 %, en términos reales, que el balance registrado en el mismo periodo de 2010.
El legislador por el PRD subrayó que la experiencia de gobierno en los últimos años es ejemplar, pues además de fortalecer sus fuentes de ingresos y expandir el gasto social, mantiene una política de pago de deudas que al mismo tiempo le permite generar una inversión en obra pública, que para este año ascenderá a poco más de 33 mil millones de pesos.
Explicó que los ingresos del periodo, fueron superiores al gasto primario; los ingresos aumentaron (11.3 % real, principalmente los ingresos propios) en tanto que los gastos disminuyeron.
Como resultado de lo anterior, la capacidad de pago alcanzada se incrementó en relación con la del año anterior. La proporción que guardó el balance primario (ingreso total menos gasto primario) respecto al pago por servicio de la deuda fue de 1,007.8 %, lo que indica que el GDF contó con recursos suficientes 10.1 veces para cumplir con sus compromisos financieros.
Resaltó que aunque la deuda representa el 38.1 % de los ingresos totales del Gobierno del Distrito Federal, la capacidad de sostenimiento y pago de la deuda es manejable y transparente, a diferencia de lo que sucede con algunas entidades de la federación o con el Gobierno Federal.
Con cifras en mano, el diputado Ensástiga comparó la deuda del Distrito Federal con otras entidades y resaltó que Chiapas incrementó su deuda en 19.9 veces y Tamaulipas en 11.6. Para el Estado de Nuevo León, su deuda le representa el 50.8 % de sus ingresos totales; Chihuahua el 33.2 %; Baja California 31.2 % y el Estado de México el 21.7 %. Sin embargo, resaltó que mientras el DF financia el 53 % de su gasto con recursos fiscales propios, otras entidades cubren hasta más del 70 % de sus necesidades (como en el caso de Coahuila) con recursos de origen federal, a los cuales el DF aporta un poco más del 50 %.
En tanto, dijo, la deuda del Gobierno Federal representa el 153 % de los ingresos totales (sin considerar los pasivos contingentes) y de Coahuila el 127 %, que habiendo renegociado su deuda a 20 años, esto podría llevar a recortar la inversión en obras públicas e infraestructura, o al gasto social, con la consiguiente pérdida de bienestar de sus habitantes, todo por la irresponsabilidad del exgobernador Moreira que privilegió sus intereses electorales.