MODIFICACIONES ARBITRARIAS AL USO DE SUELO ESTIMULAN DESLAVES EN BARRANCAS DE SANTA FE
06 de Noviembre de 2015
El cambio de basurero a zona habitacional por modificaciones arbitrarias al uso de suelo promovidos por autoridades del Gobierno del Distrito Federal (GDF) y de la delegación Cuajimalpa, en anteriores administraciones, estimularon los deslaves que se formaron por lluvias en la región de las Barrancas de Santa Fe, señaló la diputada Ana Juana Ángeles Valencia.
Destacó que toda la población que vive en las zonas de barrancas debe ser incluida en un Programa Emergente de Vivienda de Interés Social toda vez que la problemática ha rebasado a las autoridades delegacionales y del GDF.
A su vez argumentó que miles de familias de bajos recursos que viven en estos sitios corren el riesgo de quedarse sin un techo al ser desalojadas por el peligro de derrumbes y problemas de salud a consecuencia de que estos lugares son depósitos de desechos.
Destacó que existen 10 mil 907 viviendas concentradas en 194 colonias ubicadas en barrancas, de las cuales el 15 por ciento se encuentran en situación de riesgo que va de alto a muy alto, mientras que el 72 por ciento está en riesgo medio.
Informó que de acuerdo a las características topográficas existentes en las zonas altas de la ciudad de México, hay 74 barrancas distribuidas en ocho delegaciones. Las que concentran mayor número son Álvaro Obregón con 16, Cuajimalpa con 14 y Gustavo A. Madero con 10, además de Iztapalapa, Magdalena Contreras, Milpa Alta, Tlalpan y Xochimilco, que poseen menos.
Para atender esta situación argumentó que es necesario que las autoridades delegacionales y centrales se comprometan e inviertan recursos económicos, apliquen programas de rescate habitacional incluyendo las propuestas de solución de la ciudadanía, que es la que lamentablemente sufre las consecuencias de una mala planeación urbana.
Puntualizó que respetar el propósito real de la Norma 26 es fundamental para lograr soluciones, porque ésta, originalmente, busca regular la intensidad y la forma en que se aprovecha el suelo urbano en la ciudad de México, pues su objetivo es agilizar los trámites de construcción para la vivienda de interés social.
Ángeles Valencia detalló que dicha Norma autorizó la construcción de un mayor número de viviendas en zonas privilegiadas de la ciudad, cuyo propósito fue que las viviendas tuvieran un valor de 700 mil pesos para no afectar los intereses económicos de los desarrolladores inmobiliarios; sin embargo, se desvirtuó el propósito y en lugar de construir vivienda de interés social fue aprovechada para construir departamentos de lujo.
Precisó que de acuerdo a un análisis que la SEDUVI realizó sobre este precepto legal, las principales violaciones fueron porque se hacían dos viviendas al precio de la Norma 26, se juntaban y se vendían como una sola y el desarrollador inmobiliario compraba un departamento al precio de la Norma para luego revenderlo hasta cinco veces más caro.
La asambleísta expresó que el tema debe atenderse con carácter de urgente y obvia resolución en beneficio de la población que encuentra en peligro su integridad física y patrimonial.
Explicó que las zonas de barrancas si bien empezaron en todas las delegaciones con invasión de predios irregulares, fueron las autoridades las que en primera instancia buscaron la forma de regularizar esos predios para buscar votos aunque los habitantes hoy sufren riesgos inherentes a la condición geográfica.