NECESARIA DIVISIÓN TERRITORIAL DE DELEGACIONES MÁS POBLADAS
05 de Junio de 2013
Es inaplazable la reforma administrativa y división territorial de las delegaciones más pobladas del Distrito Federal y la distribución equitativa de los recursos públicos entre las 16 demarcaciones ejecutoras de gasto, consideró la diputada Ernestina Godoy Ramos, durante el II Foro Reforma Política Democrática del Distrito Federal.
Nos es posible que a 40 años de la última modificación administrativa y territorial de la ciudad de México, tengamos delegaciones bajo la tutela del Secretario de Gobierno del Distrito Federal cuando los jefes delegacionales son electos por el voto popular o delegaciones con cerca de 2 millones de habitantes, sostuvo la legisladora.
Por ello, planteó la necesidad de desarrollar los estudios jurídicos, que respeten la identidad de las comunidades, para dividir las delegaciones más pobladas. Iztapalapa, afirmó, debe dividirse en cuatro delegaciones con 500 mil habitantes cada una, para impulsar su desarrollo social y económico, porque no es posible que una sola persona administre recursos, conduzca y gobierne con eficiencia a más de 1 millón 800 mil personas.
Asimismo por congruencia política, dijo, estamos obligados a dejar de reproducir con las delegaciones, los mecanismos de control centralista que aún subsisten en nuestra relación con la federación.
Es una asignatura pendiente que debemos abordar porque “ya no es sostenible un esquema donde una autoridad electa por los ciudadanos se mantenga sujeta a disposiciones administrativas, reglamentarias y financieras de otra autoridad”, aseguró.
Ante ello, se pronunció por fortalecer las facultades del nivel de gobierno más próximo a los ciudadanos, ya que son los que atienden una buena parte de lo cotidiano y garantizan con sus acciones, la gobernabilidad de la ciudad.
Finalmente, señaló que los desequilibrios administrativos se traducen en rezagaos sociales y económicos de los habitantes, por lo que exhortó a las autoridades del Gobierno del Distrito Federal, partidos políticos y organizaciones sociales involucrados en la reforma política del Distrito Federal a dejar fuera de esta discusión, los intereses partidistas o individuales, para contribuir a tener gobiernos eficientes, que atiendan las necesidades de la población gobernada.