NECESARIO CREAR UN FONDO CON 25% DEL PRESUPUESTO TOTAL DE LA CIUDAD PARA LAS 16 DELEGACIONES Y OTORGARLES AUTONOMÍA FINANCIERA
23 de Noviembre de 2014
La concreción de la Reforma Política del Distrito Federal es amenazada por la cercanía de 2015, año electoral, y las delegaciones políticas como gobierno más cercano a las y los ciudadanos, seguirán sin contar con el andamiaje institucional, jurídico y financiero indispensable para resolver con eficiencia y oportunidad los problemas de su ámbito territorial, aseguró la diputada Ernestina Godoy Ramos.
Ante ello, informó que presentará una iniciativa de reformas para otorgar autonomía administrativa y financiera a las 16 delegaciones a través de la Ley de Presupuesto y Gasto Eficiente, marco jurídico que no requiere de una Reforma Política o de una Constitución Local, sino de la voluntad política de los 66 legisladores.
Se requiere, afirmó, crear un Fondo específico para las delegaciones con controles y candados, para garantizar el ejercicio eficiente y transparente del gasto, así como eliminar la inercia centralista del presupuesto que sólo provoca subejercicios en detrimento del desarrollo de la población.
El DF ha registrado avances importantes, sin embargo, la evolución jurídica, política e institucional de la capital de la República, es todavía un proceso “inacabado e inconcluso”, aseveró. Las delegaciones, indicó, están subordinadas a los órganos centrales de la Administración Pública del Distrito Federal, por lo que no cuentan con recursos propios ni con facultades para recaudar.
Aunado a ello, comentó, existen vacíos legales e insuficiencias legislativas en materia de programación, presupuestación y distribución delegacional de los recursos públicos; sólo se cuenta con criterios poco transparentes en la asignación del presupuesto delegacional (población, grado de marginación, infraestructura y equipamiento urbano). Ello, ocasiona que las asignaciones presupuestales respondan a las inercias o coyunturas políticas, afirmó.
Por ejemplo, dijo, de acuerdo a un análisis financiero se observa una pronunciada tendencia a la disminución proporcional de los recursos que se destinan a las delegaciones con respecto al presupuesto total del DF. De 1998 a 2003 se registra un incremento constante y se llega en 2001 a registrar el máximo histórico de 23.59 por ciento, a partir de ese año se observan disminuciones anuales.
Incluso, dijo, las trabas burocráticas por el marco jurídico poco flexible, han provocado que las delegaciones registren niveles de subejercicio importantes. En 2008, el presupuesto de las delegaciones representaba 19.94 por ciento del gasto total del DF, sin embargo, cerraron con un ejercicio de 17.49 por ciento; en 2009, contaron con un presupuesto original que ascendió a 18.75 por ciento del presupuesto total de la ciudad, pero concluyeron en 15.68 por ciento; en 2010, tocaron fondo al iniciar con 16.92 por ciento y cerrando en 14.75 por ciento.
Por ello, la legisladora plantea modificar la Ley de Presupuesto y Gasto Eficiente para cambiar los controles que sujetan a los órganos político-administrativos a la tutela de las dependencias de la administración pública central.
Es importante crear un Fondo presupuestal específico que concentre los recursos que se destinarán a financiar las actividades y responsabilidades de las demarcaciones territoriales, es decir, se determinará desde esta Ley, los recursos que serán destinados anualmente a las delegaciones. Dicho fondo no podrá ser menor al 25 por ciento del Gasto Programable del DF, que es la suma de los ingresos de naturaleza municipal que son captados centralizadamente.
Asimismo, plantea establecer un candado protector del gasto de las delegaciones, que señale que su presupuesto no podrá ser menor que el año inmediato anterior y crecerá, al menos, en la misma proporción que el Gasto Público Total del DF.
Dotar de autonomía presupuestal y financiera, no requiere de concreción de la Reforma Política, sino de la voluntad política de todos los grupos parlamentarios y del Gobierno del Distrito Federal, por lo que exhortó a los órganos de gobierno de la ciudad a dar un paso hacia adelante y dotar a las delegaciones con facultades de ejercicio presupuestal y de recaudación, entre otros aspectos.