Necesario que los tres poderes de la Ciudad de México blinden los 175 programas que ofrece el gobierno capitalino: Ana Ángeles
26 de Enero de 2017
· Productos de canasta básica indispensable aumentaron 222. 74 pesos en lo que va del año. La gasolina aumentó 47.9 por ciento y los sueldos alcanzaron un incremento del 28.4 por ciento, en los últimos cuatro años
· Un trabajador de limpia gana el 10 por ciento de lo que percibe un funcionario de segundo nivel; el primero trabaja más de ocho horas diarias y los funcionarios comparten su tiempo laboral con actividades partidistas
Ante la situación desfavorable en la que viven 2 millones 556 mil personas en alto índice de pobreza, reconocidos en la capital del país, que equivale al 28.9 por ciento de la población, es necesario que los tres poderes de la Ciudad de México, blinden los 175 programa sociales que ofrece el gobierno capitalino, además de impulsar mejores servicios de salud, educación, abasto de alimentos e incrementar y mejorar las unidades de transporte público a cargo de las finanzas sin aumentar las tarifas, entre otros rubros, sostuvo la diputada Ana Juana Ángeles Valencia.
Expresó que es necesario que los titulares de los tres poderes, de manera conjunta con los delegados, los diputados federales, locales y senadores de la Ciudad de México, de todos los partidos, dispongan de una mesa de trabajo urgente para encontrar soluciones prácticas que amortigüen los embates del gasolinazo de principios de año y prevenir los efectos del segundo golpe a las finanzas públicas por otro aumento a los hidrocarburos programados para el próximo mes.
Destacó que los precios de los productos de canasta básica indispensable aumentaron 222.74 pesos en lo que va del año y precisó que los precios se incrementaron de 556.85 pesos a 779.59, en tanto que el salario mínimo está en 80.04 pesos diarios.
Señaló que durante los últimos cuatro años la gasolina aumentó 47.9 por ciento en tanto que los sueldos alcanzaron un incremento del 28.4, una diferencia extrema del 19.5 por ciento.
En tanto, abundó, en cinco años el salario pasó de 62.33 pesos diarios a 80.04 y recordó que en este año los salarios aumentarán siete pesos más para quedar en 87.04, insuficientes para hacer frente a la inflación económica generada por la pésima administración Federal.
En ese sentido, consideró que se deben bajar los altos sueldos de funcionarios de primero y segundo nivel, cancelar bonificaciones mensuales, semestrales y de fin de año, gastos de representación y otros privilegios que cancelan las posibilidades de mojaras salariales a los trabajadores de base cuyas percepciones son bajas.
Destacó que no es posible que un trabajador de limpia gane el 10 por ciento de lo que gana un funcionario de segundo nivel y este trabaje más de ocho horas diarias y los funcionarios laboren menos porque comparten su tiempo con actividades partidistas.
Ante la situación recordó que el planteamiento del Grupo Parlamentario de Morena ha sido el de asignar 951 millones de pesos de la siguiente manera; 250 millones de pesos para incluir a personas de la tercera edad que no reciben pensión alimentaria, 250 millones de pesos para la red de comedores comunitarios, 125 millones de pesos para mejorar los servicios educativos de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), similar cantidad para el Instituto de Educación Media Superior (IEPS), y 201 millones de pesos para fortalecer el sistema de transporte M-1, antes RTP.
Indicó que los recortes presupuestales que ejercerán este año las administraciones de los tres poderes de la Ciudad de México para sumarse a las acciones de austeridad que mitiguen los efectos de los gasolinazos de este año, deben ir más allá de la retórica y ofrecer un planteamiento serio y efectivo porque de los buenos propósitos que exhibieron sus titulares el 20 de enero pasado aún se desconocen montos totales y destino de los recursos, señaló la diputada Ángeles Valencia.
Sostuvo que es necesario identificar en qué se puede economizar razonablemente y en esa medida priorizar los gastos, además de planear adquisiciones que permitan diferenciar lo que realmente se necesita con aquellas que pueden esperar, de manera transparente.
