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Necesario que mujeres formen una alianza de género

Necesario que mujeres formen una alianza de género

13 de Mayo de 2017

· Ángeles Valencia plantea como alternativa de solución la sororidad; una alianza entre mujeres con fines pacíficos para lograr la armonía social

· La fraternidad entre varones generó políticas públicas paternalistas donde quedan excluidas las necesidades elementales de desarrollo de las mujeres

· Con dos mil 265 denuncias, la CDMX ocupa el 11vo. lugar nacional con mayor incidencia en delitos sexuales


Ante la extrema violencia que padecen más de 600 mil mexicanas en edad fértil en el país, fundamentalmente en la Ciudad de México, es necesario que las mujeres formen una alianza de género para empoderarse y trabajar en favor de la paz social, con una visión social humanista de respeto y tolerancia hacia los varones, y junto con la sociedad erradicar patrones psicológicos agresivos, señaló la diputada Ana Juana Ángeles Valencia.

Destacó que es inadmisible que la discriminación, violencia de género y misoginia de las que son víctimas mujeres mexicanas, que representan el 51.9 por ciento de la población nacional, contengan el sano desarrollo social, político y económico del país.

En ese sentido, argumentó que se deben encontrar mecanismos y estrategias para erradicar los fenómenos de opresión paternalista y que ahí está la sororidad como alternativa real de solución, que es una alianza, una hermandad, entre mujeres con fines pacíficos para formular propuestas que permitan alcanzar la armonía social con una visión incluyente, sin distingos de género.

Subrayó que la fraternidad que han conformado los varones en el diseño de políticas públicas, leyes, programas de desarrollo, educativos, asistenciales, productivos, entre otros, están diseñados desde una perspectiva paternalista donde quedan excluidas las necesidades elementales de desarrollo de las mujeres.

Dijo que es denigrante que el Estado y sus gobiernos, federal, estatales y municipales carezcan de políticas públicas eficaces para para prevenir, atender y sancionar los delitos sexuales cuyas cifras negras ascendieron a más de 600 mil en 2016, de las que sólo se reportan el cinco por ciento, por desconfianza o por desconocimiento de las leyes y el mal trato de quienes deben procurar la justicia.

Ángeles Valencia reprochó que la Ciudad de México ocupe el décimo primer lugar nacional con mayor incidencia en delitos sexuales con cifras de dos mil 265 denuncias que representan una tasa de casi 30 casos por cada 100 mil habitantes el año pasado.

Argumentó que en ese sentido surge la necesidad de que las mujeres establezcan una alianza con los varones utilizando como herramienta la correlación de fuerzas e invitó a los hombres apoyar la SORORIDAD desde un lugar de confianza, aceptación y respeto reconociendo que varones y mujeres somos seres humanos que buscamos una transformación para el crecimiento y evolución de la sociedad mexicana.

Sostuvo que en igualdad de circunstancias se podrá evitar el registro de más de 29 mil 725 averiguaciones y carpetas de investigación por delitos sexuales que reportó el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública el año pasado.

Hizo notar que los números anteriores sólo representan el cinco por ciento de casos registrados por el INEGI y que el 95 por ciento restante se van a las estadísticas de las cifras negras reconocidas por la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE), 2016.

Precisó que se trata que las mexicanas se empoderen desde el punto de vista de las mujeres sobre una perspectiva del mundo con pleno respeto a las diversas condiciones sociales, económicas y de raza con el resto de la sociedad a través de la SORORIDAD, de la hermandad, que les permita generar mayor confianza entre ellas y que sin temor a las represalias expongan libremente sus propuestas.

Explicó que la SORORIDAD es la conformación de una alianza de mujeres para atender temas de mujeres con una visión incluyente y solidaria con los varones y no de confrontación para alcanzar lo que se ha llamado igualdad o paridad de género en la búsqueda de calidad de vida, de un mundo mejor para todos.

En términos reales, los actuales modelos económicos, de desarrollo, a nivel mundial fueron y son diseñados por los varones donde las necesidades particulares de las mujeres no son consideradas y tienen que estar a tirones y jalones para que se tomen en cuenta sus necesidades particulares, destacó.

Creo, dijo, que la cultura de la SORORIDAD busca romper paradigmas, mitos como el que la mujer debe estar sujeta a los caprichos del hombre, por tradición y por costumbres ancestrales cuando la mujer también es productiva y representa más del 50 por ciento de la población total del país.

Sostuvo que al reconocer la existencia de doce mil 889 denuncias por violaciones, que están registrados, de los cuales 16 mil 836 son delitos de abuso, acoso y hostigamiento sexual, pederastia en contra de mujeres en edad fértil de 15 a 49 años de edad, genera un daño irreversible al tejido social.

Además, consideró que las cifras revelan una total apatía por parte de las autoridades encargadas de la prevención, atender y sancionar los delitos en contra de las mujeres por cuestión de género.

Los datos, dijo, dejan ver a una sociedad enferma, insatisfecha, violenta y carente de principios fundamentales de respeto y civilidad, además de estar desprovista de un sentido de FRATERNIDAD, de SORORIDAD y de humanidad.

Ángeles Valencia insistió en que la SORORIDAD, entendida como una alianza entre mujeres, por mujeres y para mujeres, que es concepto antónimo a la fraternidad (que identifica a la alianza entre varones) y que es una alternativa que se debe explorar sin temor alguno porque su único fin es trabajar por la paz.

Expresó que la SORORIDAD es un término que retomó y actualizó la antropóloga y feminista, Marcela Lagarde, el que, de acuerdo con el Diccionario Robert, de la lengua francesa, el término sororité, fue utilizado por primera vez en el Siglo XVI y significa, por su etimología latina, comunidad de mujeres y que a partir de 1970 en el mundo se le conoce también como solidaridad entre mujeres.