NI UNA MUERTE MÁS POR BULLYING EN EL DF: GPPAN
25 de Abril de 2011
El número de niños, niñas y jóvenes que se quitan la vida como consecuencia de la violencia escolar va en ascenso, advirtieron legisladores del Partido Acción Nacional en la Asamblea Legislativa al informar que intensificarán su campaña de concientización sobre el fenómeno del bullying, principalmente entre profesores, alumnos y padres de familia, para combatir el problema de raíz.
Durante su participación en el Primer Congreso sobre Violencia y Acoso Escolar, en la Universidad Tec Milenio, Campus Ferrería, en Azcapotzalco, los diputados Mariana Gómez del Campo Gurza, Jorge Palacios Arroyo y Juan Carlos Zárraga Sarmiento explicaron ante padres de familia, profesores y alumnos que para evitar que se sigan multiplicando los casos de bullying todos tenemos que abrir la boca, levantar la voz”, porque la comunicación es la principal herramienta para combatirlo.
La coordinadora del GPPAN, Mariana Gómez del Campo, alertó que el acoso escolar es una forma de violencia que tiene muchos rostros, grados e intensidades, que termina degradando la dignidad de las personas, desestimulándolas para el aprendizaje, arrinconándolas, anulándolas y expulsándolas del ambiente escolar.
“De acuerdo a cifras oficiales, durante 2009, aproximadamente 148 niños y jóvenes se quitaron la vida en el DF, y la causa podría estar vinculada a la violencia. En algunos lugares se habla de 190 casos, en otros que 160. Tenemos que lograr que no haya ni un solo caso de de niño o joven que se quite la vida. No vamos a pelearnos ni entrar en la dinámica de si son más o son menos, aquí lo importante es lograr que cada vez menos niños y jóvenes se quiten la vida por este problema, y entrarle al tema significa salvar vidas en el Distrito Federal”, detalló.
Al denunciar que el Gobierno del Distrito Federal carece de un programa específico de atención y concientización contra el bullying, la legisladora de Acción Nacional dejó en claro que para el PAN es muy importante que se atiendan las causas de la violencia desde la raíz y no que únicamente se reaccione ante la violencia.
“Tenemos que llegar a la familia, el núcleo más importante de nuestra sociedad. No podemos seguir acostumbrándonos a la violencia entre nuestros niños, entre nuestros jóvenes, no podemos seguir haciéndonos de la vista gorda, como si aquí no pasara nada”, puntualizó.
En su oportunidad, el diputado Juan Carlos Zárraga Sarmiento, secretario de la Comisión de Educación de la ALDF, acusó que el fenómeno del bullying en el DF ha llegado a niveles lamentables como consecuencia de las cosas que se han dejado de hacer.
“En el DF la educación no está descentralizada, por lo que la ALDF no tiene facultades para cambiar la Ley General de Educación. Lo que sí podemos hacer es hablar con diputados federales y senadores para que en esta Ley General de Educación se reconozca al bullying como un problema de salud pública”, expuso.
Tras relatar el caso registrado en una escuela privada en la delegación Azcapotzalco, donde niños de grados superiores se divertían metiendo la cabeza de las niñas en las tazas del baño, Zárraga Sarmiento acusó que los propietarios de las escuelas actúan incorrectamente pues “cuando los diputados intervienen, nos dicen ‘te voy a demandar porque esto es propiedad privada’”.
El diputado Jorge Palacios Arroyo, integrante de la Comisión de Salud y Asistencia Social, sostuvo que como padres de familia se debe poner mucha atención a cualquier cambio de conducta de los niños y jóvenes, para detectar cualquier abuso al que pudieran estar expuestos, sobre todo si se trata de bullying.
Recordó que Acción Nacional impulsó reformas a la Ley de Salud del Distrito Federal, con las que se puede dar atención a las personas que padecen esta problemática, desde la víctima, el agresor y observadores.
Finalmente, Palacios Arroyo lamentó que cuando se habla de bullying se tienda a simplificarlo o minimizarlo, pese a tratarse de un tema complejo con una problemática cada vez más extendida.
“Hay que abandonar el código del silencio para pasar a una cultura de la denuncia”, concluyó.
