NUEVA LEY DE MOVILIDAD CARTA ABIERTA A LA CORRUPCION
19 de Agosto de 2014
El Diputado Rosalío Pineda Silva, hizo hincapié en que la nueva ley de movilidad promulgada recientemente por el jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, privilegiara de nueva cuenta a las huestes del transporte público.
Sentenció que el pulpo camionero en los años setentas recibió un golpe muy fuerte en su cúpula de poder y ahora con la nueva ley se pretende darle oxigeno de nueva cuenta y volverse dueño absoluto de las vialidades de la ciudad capital, con todo lo que ello implica.
El Diputado por Tláhuac, señaló que si bien es cierto que es demasiado pronto para conocer la evaluación y percepción de los habitantes capitalinos en torno a la nueva ley, se han despertando cuestionamientos que sin duda merecen cierto detenimiento, aun cuando es innegable la necesidad de una movilidad distinta en la capital del país.
El Diputado Rosalío Pineda, cuestiono entre los cambios los relacionados con las licencias de conducir, pues dicha ley prevé que toda persona que solicite una licencia para conducir cualquier vehículo motorizado, deberá acreditar una evaluación para obtenerla, pues allí esta el meollo del asunto llámese “CORRUPCION”
Rosalío Pineda Silva, sostuvo que el tema de las evaluaciones sin duda se prestará de nuevo a la corrupción, aunque es normal ya en el GDF, pues es el pan de todos los días para cualquier trámite, dijo que ciertamente el riesgo es un tema en donde las autoridades capitalinas deberán tener una respuesta clara, eficaz y eficiente.
Mencionó que en el caso de los exámenes a los conductores de vehículos automotores para que obtengan su licencia de conducir, la cultura que impera en nuestro gobierno capitalino carece de medidas específicas y que las cuales deben ser parte fundamental para la pobre cultura vial que impera en la ciudad dijo.
El Diputado de Movimiento Ciudadano en la ALDF, sostuvo que las propias autoridades en la capital tienen licencia abierta para violar leyes y reglamentos; para ejercer la corrupción y el abuso de poder; para actuar de manera discrecional y prepotente por lo que un verdadero cambio de cultura civil y vial implicaría, por ejemplo, que los patrulleros respeten los semáforos, las señales de tránsito, los lugares de estacionamiento y a los peatones hombres y mujeres, porque si no con que calidad moral actuarían en contra de los conductores.
Por otro lado, expresó que el otorgar una licencia a quien sea, como ocurre actualmente, sin al menos haber dado muestras de que es capaz de conducir razonablemente un vehículo, ha constituido De siempre un acto de negligencia y de corrupción.
También dijo que la ley no establece una distinción entre las licencias expedidas para automovilistas y las expedidas para motociclistas, lo cual constituye un error, como ejemplo indicó que un conductor de motocicleta debiera también mostrar que es capaz de conducir dicha clase de vehículo, y que conoce las medidas reglamentarias a las que debe acatar su conducción, e incentivar con acciones el motociclismo y el ciclismo.
Otra grave omisión es la referida a las sanciones a las autoridades especialmente a las patrullas, grúas y vehículos oficiales, pues es de todos conocido que estas son las que más infringen las reglas más elementales de tránsito, a pesar de ellas tendrían que ser las primeras en respetarlas, sobre todo aquellos casos en no exista razón alguna que justifique su exceptuación, tales como las ambulancias o patrullas sin tener algún caso de emergencia.
Finalmente destacó que más aún si se considera que quienes gobiernan el Distrito Federal, y máxime si lo hacen con el membrete de la izquierda, señalo que todos debemos de ser participes y de partir de la necesidad de construir los fundamentos en la toma de decisiones.
