Paliativo limitar uso de automóvil cuando está en riesgo la salud de 12 millones de capitalinos; 22 mil mueren al año
31 de Marzo de 2016
· Ocurrencias para atender contingencia ambiental generan pérdidas por 97 millones de pesos al gobierno capitalino
· Más de 81 mil industrias contribuyen a la contaminación ambiental con cuatro mil 931 toneladas de productos tóxicos
· Los automovilistas capitalinos no deben ser satanizados y llevar el peso de las malas decisiones del Gobierno de la Ciudad de México
Inhibir el uso del automóvil para disminuir los altos índices de contaminación del aire que se registran de la Ciudad de México desde el pasado 14 de marzo es un placebo que no resuelve la raíz del problema ambiental en el que la salud de 12 millones de mexicanos está en riesgo latente, sobre todo cuando existen registros de 22 mil muertes al año asociados con la mala calidad del aire, señaló la diputada de Morena, Ana Juana Ángeles Valencia.
Destacó que las ocurrencias para evitar daños severos a la salud de más de 12 millones de mexicanos por la nociva contaminación del aire que generó una declaratoria de Contingencia Ambiental Fase I, dejaron saldos desfavorables a las finanzas del gobierno de la Ciudad de México por más de 97 millones de pesos al ofrecer gratuitamente servicios de transporte público a más de seis millones 300 mil usuarios que no desincentivó el uso del automóvil como se justificó el operativo por parte del Jefatura del Gobierno capitalino.
Consideró que con la pérdida de más de 97 millones de pesos, en tres días de contingencia, la Secretaría de Movilidad, (SEMOVI) dejó de adquirir 37 unidades de la Red de Transporte Público (RTP) a razón de dos millones 617 mil pesos por unidad, aproximadamente, debidamente equipados con motores de bajas emisiones nocivas que pudieran mitigar la fuerte demanda de este servicio público de pasajeros en las 16 delegaciones.
Explicó que el detrimento económico equivale al 50 por ciento de lo que se destina para el mantenimiento de 11 estaciones de la Línea 12 del Metro en un año y que ambas erogaciones son producto de la negligencia administrativa del actual gobierno capitalino.
Recordó que de manera gratuita más de cinco millones de personas utilizaron el Sistema de Transporte Colectivo Metro; más de un millón 300 mil personas de la Red de Transporte Público (RTP), Metrobús y el Sistema de Transporte Eléctrico (Trolebús y Tren Ligero) y que no obstante el problema persistió, incluso, subrayó, el 18 de marzo cuando se canceló la contingencia la nata de contaminantes aún era visible.
Mencionó que del 14 al 17 de marzo pasado sólo dos millones 800 mil vehículos particulares dejaron de circular por la aplicación obligatoria del Programa Hoy no Circula porque de manera voluntaria nadie lo hizo, muchos menos el trasporte de carga local, federal y público de pasajeros concesionado, además de todo los parques vehiculares de los gobiernos Federal, de la Ciudad de México, de las16 delegaciones y de los 224 municipales que contaminan ostensiblemente la Cuenca del Valle de México que en conjunto suman más de 25 mil unidades.
Se estima que dentro de la Ciudad México circulan diariamente alrededor de 134 mil 500 unidades de transporte de carga con más de 20 años de antigüedad que producen grandes emisiones de tóxicos porque más del 50 por ciento de ellos no cuentan con un mantenimiento adecuado, subrayó.
Ángeles Valencia enfatizó que los automovilistas capitalinos no deben ser satanizados ni llevar el peso de las malas decisiones del Gobierno de la Ciudad de México en tanto que más de 81 mil empresas derivadas de comercios, industrias y servicios contribuyen a la contaminación ambiental cotidianamente con cuatro mil 931 toneladas de productos tóxicos, de acuerdo a datos proporcionados por el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), mismas que están exentas de verificaciones, multas y cierres definitivos.
Ejemplificó que el 22 de marzo en la Zona Noroeste se registraron índices por arriba de los 110 IMECAS; en la Zona Centro los índices ascendieron a 102 puntos y en el Sureste se registraron 94, generados por plomo provenientes de vehículos e industrias como las asentadas en las delegaciones Venustiano Carranza, Iztapalapa, Azcapotzalco, Tláhuac y Xochimilco, justo en Semana Santa cuando la afluencia vehicular desciende notoriamente.
En Venustiano Carranza, dijo, hay al menos175 industrias; en Iztapalapa, más de 752; en Azcapotzalco, hay 362; en Tláhuac y Xochimilco 96 en cada una, respectivamente, que van desde materiales integrados a la impresión hasta fabricación de plásticos y de productos químicos y análisis para la industria textil y cuero, así como gases y soldadoras para la industria metalúrgica y gases medicinales de consumo humano, entre otros.
Hizo notar que las delegaciones que más industrias registran son la Cuauhtémoc con 780; Iztapalapa, con 752; Miguel Hidalgo, con 558; Gustavo A. Madero, con 438; Benito Juárez, con 492 y las que menos tienen son Milpa Alta, con 16; Tláhuac y Xochimilco, con 96 cada una.
Al respecto consideró que responsabilizar únicamente a los automovilistas por las malas condiciones del aire de la Cuenca del Valle de México es un abuso, sobre todo cuando no se dan a conocer los nombres y giros de las industrias que contaminan ostensiblemente ubicadas en las 16 delegaciones y municipios circunvecinos.