PERIODISTAS CONTEMPLARON “PANTEÓN DE CIRCOS” EN DONDE ANIMALES, CARPAS Y PERSONAL SE ENCUENTRAN A LA DERIVA EN UN PREDIO DEL EDOMEX, AL NO PODER DAR FUNCIONES EN EL D.F.
05 de Marzo de 2015
Los representantes de los medios de comunicación constataron este jueves como dromedarios, camellos, cebras, tigres y caballos se encuentran a la deriva y sin un hogar digno, debido a que no pueden permanecer en los circos del Distrito Federal a consecuencia de las modificaciones a la Ley de Espectáculos Públicos que prohíben la utilización de especies en carpas, pero que a su vez, la legislación nunca especificó que van a hacer sus dueños con estos animales.
En un predio de dos hectáreas ubicado en el pueblo de Tepojaco, municipio de Tizayuca, estado de Hidalgo, se encuentran los animales en un espacio semidesértico en el que apenas pueden correr y comer un poco de yerba. Los cinco tigres que hay en el sitio se encuentran enjaulados en un espacio muy reducido debido a que estos no pueden salir a caminar dada su habilidad para brincar la malla ciclónica.
Hasta este punto arribó el diputado Rubén Escamilla, secretario de la Comisión de Medio Ambiente de la ALDF, quien recibió la explicación de Armando Cedeño, líder de la Unión Nacional de Empresarios y Artistas de Circo (UNEAC), de cómo la zona se ha convertido en un “panteón de circos” ya que se observan carpas en abandono, al menos 60 trabajadores en el desempleo que duermen en campers, y animales de los circos Chino de Pekín, Hermanos Vázquez, Hermanos Fuentes Gazca, Atayde Hermanos y Jhonny Lam.
Tan sólo la manutención de los animales representa un gasto de 50 mil pesos al día, sumado a los gastos en veterinarios y apoyos económicos a los empleados circenses quienes han visto caer sus salarios a consecuencia de las modificaciones a las leyes impulsadas por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
El legislador Escamilla Salinas, integrante de la bancada del PRD en la ALDF, recordó que se dará la batalla para que el órgano legislativo apruebe la propuesta de que existan inspectores de circos que pertenezcan a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) que certifiquen el buen trato de las especies y que en caso de que esto no ocurra, se proceda a prohibir la aparición de animales en el espectáculo.
Además, se luchará porque se respete la propiedad de los empresarios circenses, ya que se han presentado casos de supuestos funcionarios de gobierno quienes les han exigido entregar a sus animales a cambio de nada, cuando el costo mínimo, por ejemplo, de un tigre entrenado, asciende a los 150 mil pesos.