PIDEN PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN NOMENCLATURA DE CALLES
03 de Junio de 2015
La legisladora, Miriam Saldaña Cháirez propuso a la Consejería Jurídica y de Servicios Legales y la Comisión de Nomenclaturas capitalina, modificar el “Reglamento para el Ordenamiento del Paisaje urbano del DF”, a fin de garantizar el ejercicio democrático de la participación ciudadana, a través de la realización de consultas ciudadanas, ante la asignación o modificación de nombres y números de calles, avenidas, colonias, fraccionamientos, parques, plazas y predios así como para la colocación de placas conmemorativas y nomenclaturas.
En este sentido, la legisladora señaló que la nomenclatura de las calles de la Ciudad de México han sido formadas de acuerdo a las ideas que prevalecían en la época de su fundación, sin obedecer a ningún principio racional; por ello, hoy, existen nombres caprichosos y en algunos casos sin sentido, como La Goma, en la delegación Iztacalco; Tiro al Pichón, en Benito Juárez; Callejón del Trancazo, en GAM y Panzacola, en Coyoacán, entre otros.
Fue durante el periodo de Porfirio Díaz, ex presidente de la República mexicana, que se realizaron acciones de modernización de la ciudad y en 1899 se publicó el libro la “Nomenclatura Actual Antigua de las calles de la Ciudad de México”, mismo que sirvió de registro de los cambios que la propia ciudad estaba sufriendo.
Con este nuevo sistema, se realizaron planos y cuadrantes de la ciudad, asignando números y letras a las vías, teniendo como resultado que los nombres cambiaron a calles Sur y Norte, así como Avenidas Oriente y Poniente, acompañadas de su respectiva letra y número, explicó.
Se sabe que existe duplicidad de los nombres en las calles de la Ciudad de México, se puede encontrar 644 calles con el nombre de Hidalgo; 599 Morelos y 438 con Guerrero.
Otro problema identificado es el déficit de 29 mil placas de nomenclatura que han sido destruidas o deterioradas por el tiempo o por actos de vandalismo, indicó.
El GDF, produce aproximadamente 11 mil placas anuales, mientras que la demanda rebasa las 40 mil, lo que es un claro desabasto de placas para la señalización de nomenclaturas en las calles de esta urbe, conformada por 74 mil cruceros y 25 mil calles.
Ante esta situación, la participación ciudadana debe ser valorada y hacer posible su intervención de manera activa en ciertos asuntos, como es el caso de la asignación de nomenclaturas; el cual obedece al derecho a la libertad de expresión, para opinar sobre los asuntos que puedan afectar o beneficiar a las y los capitalinos, puntualizó Miriam Saldaña.