Piden que Gobierno de la CDMX contrate en su planilla laboral a 1% de personas trans
01 de Abril de 2016
· “Negarle el empleo a un hombre amanerado, a una mujer masculinizada o a una persona trans, es una realidad que viven todos los días cientos de miles de personas LGBTTTI”, asegura la diputada Rebeca Peralta
La vicepresidenta de la Comisión de la Diversidad de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Rebeca Peralta León, exhortó al Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, a que instruya a las y los funcionaros de las dependencias de la Ciudad de México para que contraten dentro de su plantilla laboral a por lo menos el 1 por ciento de personas trans, siempre y cuando acrediten cumplir con las habilidades técnicas y conocimientos requeridos para ocupar el puesto.
En un punto de acuerdo que fue aprobado por la ALDF en la sesión del pasado jueves, la legisladora del PRD señaló que la inclusión laboral de personas de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Travesti, Transexual, Transgénero e Intersexuales (LGBTTTI), es un tema de preocupación en materia de defensa de los derechos humanos por ser un segmento de la población históricamente marginado.
“En el caso de las personas trans, principalmente las mujeres trans, la situación no es menos preocupante. Ya sea que una mujer trans realice su transición ya habiendo obtenido un empleo o se presente ya transicionada pero con los documentos del género antes de la transición y no pase físicamente como mujer, se enfrenta a escenarios de discriminación de forma frecuente para obtener o mantener un empleo”, señaló.
Consideró que la discriminación laboral representa un gran reto para la sociedad civil organizada y los gobiernos, por lo que el diseñar políticas públicas para fomentar la inclusión laboral de este sector se ha planteado como uno de los nuevos derroteros de la defensa de derechos humanos de personas LGBTTTI en el siglo XXI.
“Negarle el empleo a un hombre amanerado, a una mujer masculinizada o a una persona trans, a pesar de contar con todos los requisitos para obtener un puesto, es una realidad que viven todos los días cientos de miles de personas LGBTTTI que por no cumplir con los estándares binarios de género se ven orillados al desempleo”, ratificó.
Dijo que las ideas tradicionales asociadas hacia las personas LGBTTTI siguen teniendo un gran peso en materia laboral para determinar quién sí ocupa un puesto de trabajo y quién no, así como quién se mantiene en el empleo.
Muchos empleadores niegan un puesto a una persona LGBTTTI por su apariencia y porque su percepción personal, erigida durante siglos por una sociedad homofóbica, ha considerado a la homosexualidad, por ejemplo, como una aberración, una enfermedad, un crimen, aseguró.
La discriminación laboral también representa un costo en términos de salud para las personas LGBTTTI. “Una persona trans que busca realizar su transición con intervenciones quirúrgicas no puede costear las operaciones necesarias básicas si su situación laboral es precaria. Muchas mujeres trans acuden a remedios peligrosos para lograr una figura deseada sometiéndose a inyecciones de aceites incluso de cocina para moldear los cuerpos”, concluyó.