PIDEN QUE LA REFORMA POLÍTICA CONTEMPLE MAYORES FACULTADES A DELEGACIONES
06 de Agosto de 2013
Durante el foro realizado en la delegación Venustiano Carranza, Alejandro Piña Medina afirmó que la reforma política del Distrito Federal no sólo traerá consigo una nueva relación entre la condición de estado federado, que seguramente adoptará nuestra entidad, y el Estado Mexicano, integrado por los tres Poderes de la Unión, sino también entre el gobierno de la Ciudad y las demarcaciones.
Este rostro diferente ofrecerá, sin duda, alternativas para los capitalinos, su entorno y futuro desarrollo, así como su actuar cotidiano con otros estados y municipios colindantes.
No obstante, a partir de su experiencia al frente de Venustiano Carranza, y al gobernar con facultades reducidas y recursos mínimos, el legislador local consideró que resulta fundamental plantear una reforma política integral, que contemple la transformación de los nexos entre las demarcaciones y el gobierno capitalino.
Es preciso ampliar los alcances de éstas, para convertirlas en gobiernos de proximidad, eficaces y eficientes, a partir de cuatro ejes básicos de la administración de un territorio, con el objetivo primordial de atender las demandas más sentidas de la población.
Así, el primer eje se refiere a la “Autonomía de gestión presupuestal”, entendida, precisamente, como la libertad de la administración y el ejercicio de los recursos asignados. Sobre este punto, cabe señalar que el presupuesto con el que cuentan las delegaciones, además de resultar insuficiente ante las necesidades que impone la dinámica social, enfrenta a éstas con limitantes en su aplicación, generadas por reglas impuestas desde el exterior, que no les permiten tener un libre manejo de sus finanzas.
Por ello, es indispensable brindar a las demarcaciones, la posibilidad sustancial de aprobar y remitir sus propios proyectos de presupuesto, en consenso con el GDF. Del mismo modo, deben ser las únicas responsables de manejar, administrar y ejercer sus presupuestos, en coordinación con la Secretaría de Finanzas local.
En este tenor, también es recomendable que los órganos político-administrativos elaboren sus calendarios presupuestales y autoricen adecuaciones, a fin de cumplir sus propias metas y objetivos; además que las compras consolidadas sean opcionales y se posibilite ofrecer una respuesta oportuna a las “cuentas por liquidar certificadas”, para evitar demandas y suspensiones de obras o servicios, por parte de los proveedores. Piña Medina también planteó el ejercicio del gasto sin etiquetas o, en su caso, que se lleven a cabo reuniones de trabajo para una etiquetación consensuada.
En torno al segundo eje, “Coordinación interinstitucional”, se propone organizar mesas de trabajo entre Jefes Delegacionales y representantes del gobierno central, para evitar duplicidades y mejorar la priorización de acciones y programas. Además de crear un “Consejo de Delegados”, encargado de conocer y opinar sobre políticas territoriales y administrativas.
De igual manera, en materia de obras y servicios, es de vital llevar a cabo las acciones adecuadas, para: establecer una coordinación entre el GDF y las delegaciones, con la intención de calendarizar los trabajos a realizar; autorizar las adecuaciones a los presupuestos desde los gobiernos delegacionales, para cumplir sus metas y objetivos; crear una comisión encargada de realizar los diagnósticos de necesidades, a fin de priorizar y autorizar el presupuesto para su ejecución.
En otro orden de ideas, al ser las demarcaciones las primeras entidades de gobierno en contacto con la ciudadanía, conocen a cabalidad las actividades comerciales, obras y solicitudes de permisos, que influyen directamente en la cotidianeidad de las colonias que las componen, por lo que deben estar encargadas de autorizarlas y vigilar su adecuado funcionamiento. Se trata, por supuesto, de una razón de gobernabilidad, dijo el diputado Alejandro Piña.
En cuanto al tercer eje, denominado “Autonomía de gestión”, es primordial que las jefaturas delegacionales tengan a su cargo el personal especializado para emitir y calificar las órdenes de visita de verificación en su territorio, sobre cualquier materia que se norme en el Distrito Federal. También es prioritario establecer un esquema de coordinación entre el gobierno central y las demarcaciones, para la aplicación de políticas y programas en materia del comercio en vía pública.
Con respecto al cuarto eje, encaminado hacia el fortalecimiento de gobiernos de proximidad en materia de Seguridad Pública y Prevención del Delito, es menester que sea el Jefe Delegacional quien tenga la facultad de proponer una terna para el nombramiento de los Jefes de Sector, adscritos a su respectiva jurisdicción.
Ello implica impulsar una mayor descentralización de funciones, por parte del gobierno de la ciudad, y mejorar la estructura organizacional de seguridad pública. De tal manera que, que la prevención del delito se traduzca en políticas transversales en todas las áreas gubernamentales y se fortalezca una vinculación estratégica con la administración central.
Del mismo modo, dar atribuciones a los Comités Delegacionales de Seguridad Pública para coordinarse y elaborar programas con los titulares en la materia de los municipios colindantes con la Ciudad de México, sería un avance más en la tarea de salvaguardar la integridad de los capitalinos.
Estos ejes propuestos deben considerarse como punto de partida, en el contexto del debate sobre la reforma política integral, ya que, en las condiciones actuales, además de las problemáticas administrativas, se generan desventajas importantes para los capitalinos.
En la consolidación de estos trabajos, no podemos dejar sin cambio alguno las tareas institucionales de los órganos político-administrativos. La reforma política no debe quedar trunca, y estaríamos propiciando esta situación si no revisamos los alcances y mecanismos que actualmente tienen estas instancias para gobernar, concluyó Alejandro Piña Medina, presidente de la Comisión de Administración Pública Local, en compañía del Jefe Delegacional en Venustiano Carranza, José Manuel Ballesteros, así como los presidentes de las Comisiones de Gobierno y de la Reforma Política para el DF, Manuel Granados y Agustín Torres, respectivamente, entre otras personalidades.