PIDEN REFORZAR ACCIONES DE SEGURIDAD VIAL PARA PROTEGER AL PEATÓN
17 de Agosto de 2014
La Presidenta de la Comisión de Movilidad, Transporte y Vialidad de la ALDF, Claudia Cortés, en el marco de la conmemoración del Día Internacional del Peatón, afirmó que los alcances jurídicos de la Ley de Movilidad no deben obedecer a jerarquías que minimizan los aportes que corresponden a un concepto más amplio como es el reconocimiento del derecho humano a la movilidad.
Sostuvo que se tiene que hablar de una democratización de la movilidad en el Distrito Federal, ya que se le ha querido llamar Ley del Peatón, es decir, debe haber una coordinación entre sus diferentes actores, enfocándose a la persona en sí misma: como peatón, como ciclista y como usuario del transporte público, entre otros.
En conferencia de prensa, la legisladora, anunció que de acuerdo con proyecciones del Observatorio Nacional de Lesiones, se estima que del 2012 al 2020 en México habrá 19 mil 612 víctimas mortales de accidentes viales.
Y que conforme con la Estrategia Nacional de Seguridad Vial que se creó en el marco del Decenio de Acción para la Seguridad Vial, se tiene el objetivo de prevenir accidentes viales y reducir el número de muertos al 50 por ciento, es decir, 9 mil 806.
Claudia Cortés citó que en el marco del Decenio de Acción por la Seguridad Vial, sumando esfuerzos se podría salvar la vida a 52 mil 836 personas a nivel nacional, mientras que en el Distrito Federal se salvarían mil 638 vidas, por lo que exhortó al Ejecutivo Local para que en el proceso de elaboración de los reglamentos derivados de la Ley de Movilidad, refuerce las líneas de acción de la seguridad vial, a fin de proteger verdaderamente al peatón y otorgar el pleno goce del derecho humano a la movilidad.
La diputada dijo que es necesario que el Ejecutivo local genere instrumentos jurídicos para dotar de plenitud el goce del derecho humano a la movilidad a todos los habitantes de la Ciudad de México, como está contemplado en el Artículo 5°, de la Ley de Movilidad, que reconoce clara y explícitamente el Derecho Humano a la Movilidad de las y los Habitantes de la ciudad de México, así como de sus visitantes nacionales y extranjeros, en los siguientes términos:
“Artículo 5.- La movilidad es el derecho de toda persona y de la colectividad a realizar el efectivo desplazamiento de individuos y bienes para acceder mediante los diferentes modos de transporte reconocidos en la Ley, a un sistema de movilidad que se ajuste a la jerarquía y principios que se establecen en este ordenamiento, para satisfacer sus necesidades y pleno desarrollo. En todo caso el objeto de la movilidad será la persona.”
Con ello se busca recuperar, abundó, el esquema de valores que se han perdido, como el respeto del derecho a la vida y la integridad física de las personas, que las calles tengan las condiciones de infraestructura necesarias para que la ciudadanía pueda transitar, la recuperación de espacios públicos para brindarle al peatón calles seguras, con banquetas accesibles y el esquema de calles peatonales, además se reconoce al ciclista y al motociclista como vulnerables.
La legisladora precisó que la Ley de Movilidad además de fortalecer la vigencia, ejercicio y goce pleno de todos los Derechos Humanos y Constitucionales en la ciudad de México, tiene como fin el garantizar el desarrollo integral, la movilidad, ambiente sano, salud, equidad y justicia sociales que todas y todos los Habitantes de la ciudad de México, sus visitantes nacionales y extranjeros, tienen legítimo y ahora reconocido derecho
Por lo anterior exhortó a que se refuerce la seguridad vial enfatizando en las señalizaciones de los 27 principales cruceros peligrosos, realizando campañas para que la ciudadanía no utilice el celular cuando va cruzando las calles y cuando va manejando, entre otras acciones.
Finalmente consideró que poner en práctica la Ley de Movilidad reivindica la construcción de un modelo sustentable de sociedad y vida urbana basada en los principios de solidaridad, libertad, equidad, dignidad y justicia social; y fundamentado en el respeto a las diferentes culturas urbanas y el equilibrio entre lo urbano y lo rural.
Además, evidencia el carácter colectivo del derecho a la ciudad, que no se limita a promover el ejercicio y la satisfacción individualizada de los derechos humanos sino que también propone avanzar hacia la construcción de un derecho que reconozca la identidad colectiva de quienes habitan y transitan en la ciudad para mejorar sus condiciones de convivencia y disfrute, en especial a los grupos en situación de mayor vulnerabilidad.
