POSICIONAMIENTO DEL PARTIDO MOVIMIENTO CIUDADANO
26 de Marzo de 2015
Diputado Oscar Octavio Moguel Ballado.- Señoras y señores, diputadas y diputados, invitados especiales, compañeros y amigos:
Ya en el ocaso de la VI Legislatura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal la presente es ocasión propiciatoria para ensayar si bien a las volandas un análisis en torno al informe al que está obligado el titular del Ministerio Público en esta ciudad, el señor Procurador Rodolfo Ríos Garza.
En él hemos advertido las cifras que cuentan y recuentan las actividades realizadas por la institución a su cargo. En él se refleja el esfuerzo del señor Procurador y en términos generales del Ministerio Público por abatir los índices de criminalidad que se evidencian en esta gran Capital, esfuerzos a veces ingentes que no reflejan su intensidad en la numeralia fría, calculadora y deshumanizada, pero que evidentemente nos patentizan que la Procuraduría General de la República y la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, en el caso que nos ocupa, se ha desempeñado en términos que pudiéramos decir satisfactorios.
No será esta representación popular la que emita un elogio desmedido en torno a la actividad realizada por esta institución, mi convicción personal no lo permitiría y mi institución partidaria habría de reclamármelo, pero sí habremos de precisar que en esta oportunidad en que analizamos lo realizado por el último año de gobierno de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal se advierte claramente la vocación de servicio del señor Procurador y la entrega cabal que muchos de sus colaboradores han evidenciado en la atención y en los asuntos sometidos a su cargo.
El Distrito Federal, que cuenta 8.8 millones de habitantes, no es una entidad particularmente sencilla. Uno de los factores, y habría qué precisar habremos de profundizar en el análisis exacto de las causas de la delictividad, alguno de los factores es la injusticia social que prevalece en esta ciudad y en la República Mexicana, en tanto que hay el 10% que goza del 90% de los bienes y de las riqueza, hay el 90% restante que accede apenas a un 10% y que evidentemente no es suficiente para resolver las ingentes necesidades ocasionadas por esta grave injusticia social.
Hay hombres y mujeres que inician su tarea apenas despunta el alba, que tardan en conducirse a sus trabajos a veces hasta dos horas y después de 16 horas de bregar, cansado el cuerpo y vencida la esperanza, regresan fatigados para advertir que sus esfuerzos no se reflejan en su forma de vida y en mejorar las circunstancias por las que injustamente atraviesa nuestra sociedad. Esto es causa suficiente para advertir que esta injusticia social tiene fatalmente que reflejarse en los índices delictivos que prevalecen en nuestra ciudad.
Yo no voy a entrar al análisis pormenorizado de las cifras que hoy se ofrecen en este informe. Quiero decir sí que es evidente que por encima de los esfuerzos realizados se advierte el deseo, el esfuerzo evidente de la Procuraduría de Justicia de esta entidad por investigar el delito, por ser el receptáculo del monopolio del ejercicio de la acción penal y por dar respuestas claras, oportunas y eficientes a una sociedad que trémula y maltrecha espera respuestas de sus autoridades.
Señor Procurador:
Sabe y sepa usted y por su conducto le pedimos que transmita nuestra personal opinión a sus colaboradores, el reto es indecible y magnífico. Hay muchas expectativas que no se han cristalizado por parte de la sociedad, pero entendemos con claridad y precisión las dificultades, las ingentes dificultades que esto representa en una de las ciudades más grandes del orbe.
Conocemos los esfuerzos realizados y váyase usted con la convicción de que entendemos la labor que efectúa la institución a su cargo, y que podrá decir y repetir a sus colaboradores, como Pablo de Tarso: Hemos corrido la buena carrera, hemos ganado la batalla y habremos de recuperar la magnífica esperanza de la fe inquebrantable.