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POSICIONAMIENTO DEL PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO

POSICIONAMIENTO DEL PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO

17 de Septiembre de 2012

Con su venia, Presidente.

Licenciado Marcelo Ebrard Casaubon, Jefe de Gobierno; Magistrado Edgar Elías Azar, Presidente del Tribunal Superior de Justicia; Compañeras y compañeros diputados;
Distinguidos invitados:

Este último informe de gobierno es para todos nosotros un doble primer encuentro. Se trata al mismo tiempo del primer encuentro formal entre esta Soberanía y el Poder Ejecutivo de la Ciudad y por el otro lado es el primer
encuentro de todos nosotros en una sesión de trabajo. Ante ambos Poderes nuestro grupo parlamentario inicia este periodo legislativo con un sincero anhelo de hacer de nuestra Ciudad un espacio de justicia, seguridad, respeto y
oportunidades.

Asumimos con responsabilidad el papel de esta Asamblea como órgano de control y de vigilancia por naturaleza crítico, pero también con plena conciencia de nuestra obligación de aprobar leyes y construir consensos por el bien
común.

Creemos que la simple observación y defensa de nuestras diferencias no es un acto democrático, sino de terquedad que no construye nada cuando no va acompañado de un esfuerzo por conciliar para construir.

Queremos trabajar con todos los partidos y el Gobierno de la Ciudad en la crítica y el acuerdo respetuoso.

Sirva pues este informe de gobierno como oportunidad para dejar atrás la dinámica electoral y combatir dos malas tradiciones demasiado presentes en eventos de esta naturaleza, la del partidismo que todo aplaude y todo celebra y la del partidismo que todo crítica y todo lamenta.

Por eso del gobierno que está por concluir nos parece útil destacar los mayores aciertos porque nos corresponderá seguirlos alimentando, así como las asignaturas que creemos pendientes porque buscaremos impulsarlas con el apoyo de todos ustedes. Esto dicho resulta objetivamente complejo evaluar el desempeño gubernamental en una ciudad dinámica y multifacética como la nuestra.

El General De Gaulle se preguntaba en los años 60 cómo era posible gobernar una nación con 246 tipos de quesos diferentes. Cómo hubiera aplicado su máxima en esta Ciudad de casi 9 millones de personas, 6 mil por kilómetro
cuadrado, 6 microclimas y por lo menos a parte del español, siete otras lenguas y además de una enorme pluralidad cultural, desigualdades de todo tipo, incluyendo índices de desarrollo urbano que van desde los que se comparan con España en la delegación Benito Juárez, a los que se comparan con Dominica en la delegación Milpa Alta.

Afortunadamente y a pesar del mundo de diferencias que caracteriza a nuestra ciudad, destacamos en el país como un espacio de tolerancia, derechos y libertades gracias a los cuales la diversidad ha dejado de ser origen de
injusticias y conflictos para pasar a ser considerada como parte de la riqueza que nos define. Por eso parece pertinente y justo empezar por celebrar el acertado compromiso del actual gobierno con los derechos humanos,
particularmente en los últimos tres años, en los que promovió una ruta única a nivel mundial con la implementación del programa de derechos humanos del
Distrito Federal.

Este programa que se construyó a partir de un esfuerzo conjunto e inédito, entre los tres órganos de gobierno, la sociedad civil, la Academia y la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad, un notable ejercicio de inclusión, buscó consensos para delinear una agenda de trabajo conjunta, que permitiera avanzar en la consolidación de una sociedad de derechos, donde valores democráticos como la igualdad, la libertad, la participación política y el respeto a la diferencia pasaran cada vez más de declaraciones a planteamientos concretos de política pública.

Así, el programa fue el contexto que fue posible, gracias por supuesto también al trabajo de la legislatura que nos antecedió, que se aprobara nueva legislación como la nueva ley para prevenir y eliminar la discriminación, las
reformas de matrimonio igualitario, las reformas a la Ley de Participación Ciudadana que revitalizaron la participación vecinal, las reformas al Código
Penal para Combatir y Erradicar la Tortura, la Ley de Salud Mental, la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, entre otros logros que resultan de una visión vanguardista en el país y que nos ha generado mayor
seguridad, libertad e igualdad.

Se trató además de un ejercicio de coordinación y empuje por parte de diversos actores, partidos y órganos de gobierno, que a pesar de no coincidir en todos los casos, nos dejan un ejemplo de capacidad para generar acuerdos, ejemplos que conviene que recordemos todos quienes iniciamos este nuevo ciclo, comprometidos con dar resultados.

Otros avances que merecen ser reconocidos abarcan diferentes ámbitos de política pública como en materia de transporte con el diseño de inversión en la Línea 12 del Metro, las líneas 2, 3 y 4 del Metrobús y por supuesto el sistema Ecobici. Sin duda hoy contamos con un sistema de transporte público más eficiente, económico que ahorra tiempo y mejora la calidad de vida de nuestros
ciudadanos y que además contribuye a disminuir emisiones contaminantes.

El Partido Verde reconoce particularmente las virtudes ecológicas de toda política pública de inversiones intensivas en transporte colectivo.

En términos de políticas de movilidad urbana, se efectuaron también importantes inversiones en la autopista urbana norte, sur, construcción de puentes y reencarpetado de vialidades como el Circuito Bicentenario, Vallejo y
Guerrero.

Menos visible pero indispensable, y por eso merece ser reconocida este día también, la labor de mantenimiento al drenaje profundo de la ciudad que después de años de descuido, posiblemente nos salvó a los habitantes de esta
Capital de un colapso de consecuencias inimaginable.

En paralelo, a este Gobierno debemos reconocerle también la recuperación de espacios públicos, política que dignifica nuestra ciudad, disminuye áreas de inseguridad, favorece la actividad turística y por consiguiente impulsa el empleo
y la actividad comercial, destacan la recuperación de la Plaza de la República y el Monumento a Revolución, la Plaza Garibaldi, la Plaza Tlaxcoaque, las calles
de Madero y Regina del primer cuadro y por supuesto de la mano de este esfuerzo, el inicio de operación del Turibús.

Finalmente debemos destacar la red de programas sociales que este gobierno ha mantenido integrado y ampliado en beneficio de grupos vulnerables o que requieren de especial apoyo, por citar algunos de los creados en esta administración, el de apoyo a estudiantes de bachillerato Prepa Sí y el Programa Ángel de Atención Médica, de entre los 15 principales programas sociales de la ciudad que significan un presupuesto de más de 13 mil millones
de pesos anuales.

Desconocer los muchos avances antes señalados sería un acto de insensatez. Como representantes populares no podemos participar en este ejercicio sin reconocer el aval mayoritario del actual gobierno, su partido y su candidato,
que recibieron de los votantes durante las pasadas elección, Vox Pópuli, Vox Dei. Entendemos el respaldo popular de este gobierno y la forma como ésta y sus políticas han sido calificadas por los ciudadanos.

Eso dicho, la oportunidad de haber escuchado al electorado en la última campaña, nuestro compromiso con los valores que el Partido Verde siempre ha defendido y las propuestas que apoyan los electores que nos votaron nos inspiran y exigen para que desde hoy impulsemos el trabajo conjunto en los temas pendientes o que merecen ser revisados.

Dos temas prioritarios para los que vivimos en esta ciudad no pueden abstraerse de la difícil situación que vive todo el país. La inseguridad y la dificultad para generar mayor crecimiento económico y generación de empleos, no pueden disociarse del contexto nacional y factores suprarregionales, sin embargo aún así hay medidas de impacto local y pendientes que debemos impulsar.

En materia de seguridad, nuestra ciudad ha sin duda logrado mantenerse al margen de la escalada de violencia de otras ciudades, particularmente las que son de paso estratégico para el transporte de drogas, como las de la frontera
norte.

Hoy en día nuestra ciudad presenta, si utilizamos alguno de los indicadores de criminalidad más recurridos internacionalmente como el número de asesinatos
violentos por cada 10 mil habitantes, niveles casi comparables por ejemplo al número de homicidios violentos per cápita que tenía Nueva York hace apenas una década, y muy inferiores a otras ciudades de Latinoamérica como Caracas, Río de Janeiro, Cartagena, Panamá, Guatemala o incluso de ciudades como Nueva Orleans, San Luis, Baltimore, Detroit, entre otras.

A pesar de ello, los capitalinos nos exigen mejores resultados. Si bien se han instalado cerca de 11 mil cámaras de video, delitos por ejemplo como el robo a
casa habitación aumentó 14 por ciento.

Reforcemos ese sistema y evaluemos por qué nuestros policías ganan 6 mil 500 pesos bis a bis los 12 mil pesos que gana un policía federal y nuestros Ministerios Públicos faltan de capacitación, controles e incentivos adecuados
para que podamos confiar en ellos.

En materia económica nuestra ciudad registra casi 7 por ciento, el 4º lugar nacional en tasa de desocupación y una tasa de casi 30 por ciento en ocupación informal.

La informalidad se ha criminalizado en vez de entenderse como un problema económico estructural que requiere mejorar el crecimiento económico y la creación de empleos. Por ejemplo, deberían revisarse la falta de créditos a
PyMES y la política que está dejando morir a los 218 mercados públicos de nuestra ciudad.

Aunque se han hecho esfuerzos por explotar nuestro potencial turístico y existe una franca recuperación del turismo extranjero, la ciudad con más museos en
el mundo, que es la nuestra, sigue recibiendo primordialmente turismo de negocios vinculado al peso económico de nuestra metrópoli, que representa el 20 por ciento del PIB Nacional.

Necesitamos por fin una ley de movilidad y transporte sustentable y sin desconocer el justo derecho a manifestarse, que se regulen las marchas que desquician el tráfico y golpean la actividad comercial, turística y a nuestra economía.

Si el mejor motor de oportunidades, desarrollo e igualador social es la educación, es importante mejorar la calidad y ampliar la cobertura de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y más importante aún generar una oferta educativa en áreas técnicas.


Mientras que en Alemania se gradúa un total de 60 por ciento de ingenieros, aquí solamente representan el 10 por ciento, lo que es ajeno a las necesidades de una economía moderna y con un sistema productivo de valor agregado.

En cuanto a la protección del medio ambiente, tenemos ya el Plan de Acción Climático, el ya mencionado Programa Ecobici y el exitoso Programa de Manejo de Pilas Usadas, pero quedó sin dictaminarse la iniciativa a la Ley de Sistema de Aguas. El agua es y será en mayor medida en el tiempo, sin duda, uno de los problemas más graves de la ciudad en los próximos años.

Seguimos perdiendo en fugas un estimado del 35 por ciento del agua en nuestro sistema y perdemos casi 500 hectáreas de nuestro suelo de conservación por permitirse asentamientos irregulares.

Concluyo, Presidente.

Quisiera terminar recordando la cita de nuestra compañera diputada del PT, que en la instalación de esta VI Legislatura citó a Montesquieu diciendo que los
hombres hacen a las instituciones y las instituciones hacen a los ciudadanos.

No podemos olvidar entonces otro gran pendiente, la necesidad de dotar a nuestra ciudad de un régimen político de derechos plenos. Necesitamos que la Ciudad de México pueda darse su propia Constitución y que tenga las
facultades para legislar en todas las materias que el resto de las entidades, un arreglo institucional deferente que evite que seamos ciudadanos de segunda en nuestra propia patria.

Es grave que no tengamos facultades plenas en materias tan importantes como endeudamiento, planeación independiente ordenada a largo plazo o que no podamos remover al Secretaría de Seguridad Pública o al Procurador General
de Justicia. Este pendiente puede y debe corregirse.

Necesitamos de nosotros trabajo, visión y sobre todo unidad. No perdamos tiempo, empecemos ahora mismo, así construiremos una fuerza implacable en la defensa de éste y otros intereses legítimos de nuestra gran ciudad.

Trabajemos juntos para enorgullecernos de una ciudad que ya nos enorgullece y que nos demanda que sepamos al final de esta Legislatura que habremos cumplido con ella.