PROPONE MORENA PLAN DE RESCATE EMERGENTE DE BARRANCAS EN LA CIUDAD DE MÉXICO
20 de Octubre de 2015
Setenta y cuatro barrancas de la ciudad de México ya no deben funcionar como el patio trasero de condominios de lujo, fábricas y maquiladoras que arrojan toneladas de basura, cascajo, desechos químicos y aguas negras que contaminan gravemente la recarga de acuíferos que asciende a un 70 por ciento de captación de escurrimientos y aguas pluviales que utilizan los capitalinos, señalaron los diputados de Morena Ana Ángeles Valencia, Olivia Gómez Garibay y Paulo César Martínez López.
Los legisladores propusieron salvar dichos espacios a través de un Plan de Rescate Emergente de Barrancas de la Ciudad de México con plena participación de la sociedad organizada, cuyos trabajos tienen que ser supervisados por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).
Lo anterior con fundamento en los artículos 20, 21, 22 y 23 de la Ley Ambiental del Distrito Federal, que permiten la participación ciudadana en la solución de la planeación democrática que involucre a todos los sectores interesados en materia ambiental para que manifiesten sus opiniones y propuestas.
Además, señalaron que desde hace cinco años se tiene un registro de más de 10 mil 907 viviendas concentradas en 194 colonias o zonas que de acuerdo a su ubicación presentan diferentes tipos de riesgos, con base a las unidades geomorfológicas que conforman las barrancas. Destacaron que las familias que habitan en esas zonas fueron despojadas de planicies que hoy ocupan desarrollos habitacionales de lujo.
Dieron a conocer que estudios preliminares realizados hace cinco años por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, (SEDUVI), calculan que del total de viviendas asentadas en las barrancas, el 15 por ciento se encuentra en situación de riesgo que va de alto a muy alto, mientras que el 72 por ciento está en riesgo medio.
Destacaron que el 12 por ciento de las viviendas con riesgos altos y muy altos están ubicadas en las delegaciones de Álvaro Obregón y Cuajimalpa, de las cuales el uno por ciento del total de viviendas asentadas en barrancas se encuentran en muy alto riesgo, el 12 por ciento con alto riesgo y el 87 por ciento con riesgo medio.
Estimaron que existen dos mil 290 kilómetros de escurrimientos superficiales asociados a barrancas, de los cuales el 85 por ciento se localizan dentro del suelo de conservación y el 15 por ciento restante en suelo urbano y que un 70 por ciento de la captación de aguas pluviales y por escurrimientos abastecen a los mantos acuíferos, de ahí la importancia de rescatar las barrancas capitalinas, sostuvieron.
Indicaron que cada tres años, de acuerdo al artículo 33 de la Ley de Ambiental del Distrito Federal, se deben revisar los programas de ordenamiento ecológico de forma permanente. En ese sentido consideraron a la Barranca de Santa Rita, en Cuajimalpa, para poner en marcha el Plan de Rescate Emergente de Barrancas de la Ciudad de México, en el primer trimestre de 2016, en virtud de que es la más contaminada por aguas negras y basura desde hace 34 años.
Respecto a las condiciones de la barranca advirtieron que no sólo existen riesgos ambientales en la zona, sino también probabilidad de desgajamiento, porque en los últimos dos años se han incrementado los deslizamientos en la parte inferior, situación derivada del aumento de la mancha urbana en la zona alta del sitio, a la tala excesiva de árboles y a las constantes lluvias.
Propusieron dos puntos del plan de manejo de la barranca Santa Rita, que se tome en cuenta la opinión de los habitantes nativos de la zona que son quienes conocen más la grieta, además de contar con un especialista en geotecnia, geofísica, asentamientos humanos e hidrología que al menos se haya desempeñado en cada especialidad cinco años en campo y no sólo haya dictado conferencias.
En tanto se concluyan los estudios preliminares, proponen la construcción de muros de contención para evitar el desgajamiento, la integración al drenaje de las aguas marginales que descargan en el río y un plan de limpieza constante que involucre a la delegación de Cuajimalpa y al municipio de Huixquilucan con el que se comparten zonas limítrofes. Subrayaron que las colonias San José de los Cedros y Santa Rita no son asentamientos humanos irregulares, porque cuentan con permisos de construcción avalados por las autoridades correspondientes.