REFORZARÁ LEY PARA MEJORAR RENDICIÓN DE CUENTAS
31 de Octubre de 2011
La Ciudad de México debe continuar siendo el ejemplo en rendición de cuentas, por ello, es fundamental reforzar el marco jurídico y establecer un mecanismo de carácter legal para que todas aquellas autoridades e Instituciones que de manera negligente e injustificada se nieguen a responder o acatar las determinaciones que emita la ALDF, puedan ser sancionadas, propuso el diputado del Partido de la Revolución Democrática, Víctor Hugo Romo Guerra.
El legislador explicó que ante una serie de acontecimientos en las que diversas autoridades de gobierno se han negado a dar respuesta o asistir a la ALDF para rendir cuentas es necesario reformar la Ley Orgánica de la Asamblea Legislativa, a fin de hacer explícita la obligatoriedad del cumplimiento, por parte de los servidores públicos, de las determinaciones que emita el poder Legislativo Local, esto dentro del respeto y equilibrio de poderes.
Romo Guerra propone que en caso de que las y los servidores públicos a quienes se dirigen las determinaciones de la Asamblea sean omisas en responder o resolver, la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa, deberá dar seguimiento y dará vista a la Contraloría interna de la institución en la que presta sus servicios el servidor público omiso. Se iniciará el mecanismo a que se refiere la ley que establece el procedimiento para la remoción de los servidores públicos que designa la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y de los Titulares de los Órganos Político Administrativos del Distrito Federal, o bien dispondrá que la Contraloría General del D.F. intervenga en los casos en que los desacatos sean cometidos por servidores públicos no electos o designados por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Se trata de profundizar en los espacios para mejorar la calidad y eficacia, así como la transparencia y la rendición de cuentas de los funcionarios públicos para mejorar el servicio público en beneficio de los habitantes del Distrito Federal, y mejorar la calidad de la democracia mexicana, concluyó Romo Guerra.