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SER MAESTRO ES UNA TAREA NOBLE: ROSALÍO PINEDA

SER MAESTRO ES UNA TAREA NOBLE: ROSALÍO PINEDA

15 de Mayo de 2014

En 1918, se llevó a cabo en México la primera conmemoración del Día el Maestro, el decreto fue firmado por el presidente Venustiano Carranza, pues la propuesta pretendía que se instituyera un día enhomenaje a los maestros y que fuera el 15 de mayo, fecha conmemorativa de la toma de Querétaro.

El Diputado de Movimiento Ciudadano señaló que la celebración a los maestros se conmemora el 15 de mayo porque ese día, pero de 1950, fue declarado patrono especial de todos los educadores de la infancia y de la juventud y Patrono universal de los educadores por el papa Pío XII (1876-1958).

Por otra parte Rosalío Pineda, destacó que los estados con más profesores son el Estado de México y el Distrito Federal y por otra parte las entidades con menos maestros son Baja California Sur, Colima y Campeche y que en la actualidad el 80 por ciento de los maestros, hombres, tienen
escolaridad superior y un 72 por ciento se encuentran las maestras.

Abundo también que el como maestro ve con gran beneplácito que esta tradición se siga dando, porque a través de la enseñanza es donde hemos adquirido los valores esenciales para luchar con la vida.

Rosalío Pineda, señalo que en México en la actualidad existen aproximadamente 27 millones de estudiantes, en los diferentes niveles escolares por lo que propongo a los padres de familia y maestros a hacer el ejercicio de recordar qué aprendíamos nosotros, los adultos, cuando éramos chicos e íbamos a la escuela.

El asambleísta local por movimiento ciudadano recordó que en ese tiempo todos hemos aprendido cosas fundamentales y que hoy debemos de seguir enseñando a nuestros hijos: que la violencia nunca sirve para resolver nada, que es importante tomarse un tiempo para pensar, que está bien decir lo que sentimos, y que ningún ser humano es más importante que
otro, menciono.

Finalmente da las gracias, a todos los maestros, por hacer de la escuela el lugar colectivo más confiable y el que brinda el amparo más profundo, por trabajar con orgullo en la educación pública y por creer que la escuela pública no es la escuela de los pobres sino, ante todo, aquella que garantiza la igualdad de oportunidades.