LA SEVERA CRISIS HABITACIONAL EN CUAJIMALPA Y ÁLVARO OBREGÓN SE AGRAVÓ DESDE HACE 25 AÑOS POR LA AMBICIÓN DE EX DELEGADOS
16 de Noviembre de 2015
La severa crisis habitacional en Cuajimalpa se agravó desde hace 25 años en que surgió el Mega Desarrollo de Santa Fe, que comparte con la jurisdicción de Álvaro Obregón debido a la ambición desmedida de los ex funcionarios de ambas delegaciones al cambiar el uso de suelo con fines mercantiles para beneficiar a las grandes constructoras en detrimento de los pueblos originarios –los verdaderos dueños- y de la capital del país, advirtió la diputada Ana Juana Ángeles Valencia.
Precisó que la zona esmeralda del poniente capitalino fue la joya de la corona que las grandes constructoras compraron a los funcionarios corruptos que administraron y administran ambas delegaciones, despojando, no sólo a los habitantes locales sino de todo el Valle de México de recursos naturales no renovables como el agua de manantiales, maderas preciosas, reservorio de biodiversidad, la regulación de microclimas de la región, entre otros.
Destacó que desde hace más de 25 años funcionarios ignorantes y la corruptos han atentado contra el 70 por ciento de la superficie de Cuajimalpa catalogada como Suelo de Conservación, la que, hasta 1990, representó el 7.5 por ciento de la zona verde total en el Distrito Federal, hoy invadida por grandes corporativos nacionales y extranjeros, con rascacielos cuyos departamentos tienen un precio de 15 a 30 millones de pesos.
Afirmó que existen pruebas suficientes para castigar penalmente a los primeros responsables del cambio de uso de suelo como lo son y fueron los actuales y anteriores delegados de ambas jurisdicciones, entre otros.
Dijo que entre los responsables están los ex delegados priistas que encabezaron Cuajimalpa desde 1988 y perredistas desde 1997, que fueron los pioneros en despojar de sus tierras a los habitantes de los pueblos originarios, legítimos dueños y vigilantes del suelo de conservación.
Le siguieron, agregó, el panista Francisco de Souza Mayo, los perredistas Ignacio Ruiz López y José Remedios Ledesma García, el panista Carlos Orvañanos Rea y el ex delegado y actual diputado local del PRI, Adrián Rubalcava Suárez y su sucesor, Miguel Ángel Salazar Martínez, en el caso de Cuajimalpa.
También señaló como responsables del ecocidio de la zona poniente a los ex delegados de Álvaro Obregón, como Guadalupe Rivera Marín, Luis Eduardo Zuno Chavira, de la coalición PAN-PVEM y mencionó a los perredistas, Leticia Robles Colín, Leonel Luna Estrada, Eduardo Santillán Pérez, y la recién electa María Antonieta Hidalgo Torres, la que poco o nada ha hecho.
Todos ellos, agregó permitieron o promovieron el cambio de uso de suelo de conservación por el habitacional y/o comercial, ahí están los grandes corporativos de grandes empresas nacionales y extranjeras, así como edificios y conjuntos habitacionales destinados a satisfacer las necesidades de habitantes adinerados.
La zona, agregó, cuenta además con restaurantes, bancos, centros comerciales, hospitales, agencias automotrices, clubes nocturnos e instituciones educativas para personas con alto poder adquisitivo, desplazando a los grupos originarios que son los verdaderos dueños de Cuajimalpa y franja verde de Álvaro Obregón.
Por otro lado, debido a su rápida expansión habitacional y comercial con la menor cantidad de obra pública, Cuajimalpa y Álvaro Obregón se han convertido en una zona altamente poblada de manera irregular por las invasiones dirigidas por priistas y perredistas a cambio de votos, que impulsaron congestionamientos vehiculares a todas horas por carecer de vialidades y rutas de transporte público que permitan la movilidad de sus habitantes, subrayó.
Ambas delegaciones, además, carecen de infraestructura hidráulica, por lo que la carencia de agua potable es constante entre la población marginal y de bajos recursos pese a que Cuajimalpa cuenta con una zona de recarga de mantos acuíferos más alta del Distrito Federal, precisó.
Recordó que en Cuajimalpa las minas de arena y grava, que se hallaban en su territorio, adquirieron un valor económico tan alto que desplazaron a la silvícola, lo que además con la introducción del tren permitió que sus habitantes se desplazaran a la ciudad para vender su mano de obra en la ciudad, sobre todo en el servicio doméstico y la construcción desventajosamente.