SIN JÓVENES PREPARADOS MÉXICO SEGUIRÁ SIENDO UN PAÍS DE POBRES
22 de Enero de 2015
El diputado local por Movimiento Ciudadano, Óscar Moguel Ballado, afirmó que para abatir la pobreza nacional se requieren jóvenes preparados.
Destacó que los 20 millones de ninis, que registran las encuestas, están en riesgo de permanecer en el olvido por décadas, y que ante está terrible realidad, la inversión más productiva e inteligente de México debe ser en los jóvenes mexicanos.
Agregó que los jóvenes deben contar con suficientes recursos académicos y empleos remunerados que les permita un sano crecimiento y una mejoría que supere la estrechez en que viven millones de familias mexicanas.
Moguel Ballado, sostuvo que los jóvenes son agentes estratégicos de cambio y no una carga social ni son grupos de alto riesgo como muchos los califican por manifestar su inconformidad, conscientes que las políticas económicas, diseñadas por adultos, no son las más adecuadas ni las que les permitirán un sano desarrollo.
El legislador de MC, destacó que injustamente este sector de la población es señalado como problemáticos cuando, quizá, su único error es intentar construir un mundo mejor, una sociedad más justa, más equitativa, más noble.
“Los actos violentos y discriminatorios a los que son sometidos son injustificables y debemos aceptar que como adultos fracasamos porque no pudimos entregarles un presente mejor”, subrayó.
Además, enfatizó que se deben adecuar los programas y políticas públicas, tanto del Gobierno Federal como los de la administración local, para brindarles niveles educativos que les permita ser competitivos y acceder a espacios laborales que sean rentables para su progreso personal y también se integren a la seguridad social que les de tranquilidad para garantizarles un mejor modo de vida.
“De no atender hoy las necesidades los más de 20 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan podrían correr el riesgo de quedarse en esas condiciones por décadas”, lamentó.
Señaló Moguel Ballado que la inversión pública más productiva e inteligente está en apostar en la fuerza de trabajo de los jóvenes que son discriminados del sector laboral por carecer de experiencia y conocimientos suficientes para el desempeño de alguna actividad especializada.
El estado –prosiguió- debe proporcionarles la capacitación laboral necesaria a través de planes de estudio, oferta de empleos temporales bien remunerados donde adquieran el adiestramiento necesario que exigen las empresas y las instituciones gubernamentales en los tres niveles; federal, estatal y municipal, precisó.
También, mencionó que los jóvenes representan el tesoro más grande del país y hoy viven en el olvido de los programas sociales de los que sólo unos cuantos son beneficiarios con espacios para estudiar o capacitarse en algún arte u oficio.
Inclusive, hizo notar que el 43 por ciento de los jóvenes en el país (ocho millones 600 mil) sufren pobreza extrema y que difícilmente pueden acceder a una canasta básica que les permita un desarrollo integral decoroso.
Ante ello, advirtió que de no aprovechar a la población en edad productiva, en unos años México será una nación adulta en la que, por falta de cultura preventiva, se perderá la creatividad y energía juvenil.
Estimó que la mayoría de los jóvenes, sin oficio ni estudios, al envejecer, serán una carga social sin acceso a una alimentación adecuada, vestido, vivienda, salud y, mucho menos, a la educación. Dejar de invertir en el bienestar de los jóvenes es condenarlos a vivir permanentemente en la pobreza extrema, sería cerrarles la puerta al progreso.
“Estamos en el pico del llamado bono demográfico, que en breve empezará a decrecer, hasta que nos convirtamos en una nación de adultos y adultos mayores, en un futuro cada vez más próximo. Desafortunadamente –asentó-, no contamos con la previsión social necesaria para afrontar este desafío, y estamos desaprovechando gran parte de la energía y la creatividad de la juventud”.
Subrayó que lo más lamentable, es que se ignore a los estudiantes, académicos e investigadores que constituyen la inteligencia nacional, para incorporarlos al desarrollo de nuevos modelos económicos que nos permitan resolver el tema del desempleo juvenil. Por último, reconoció que la inteligencia nacional, que cuenta con un potencial de conocimientos y propuestas, ahora se encuentra en un total abandono y relegada hasta de los partidos políticos.