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UN SISTEMA EDUCATIVO DESGASTADO PONE EN RIESGO EL PROGRESO DE MÉXICO

UN SISTEMA EDUCATIVO DESGASTADO PONE EN RIESGO EL PROGRESO DE MÉXICO

23 de Agosto de 2014

El sistema educativo mexicano presenta un impresionante desgaste, sistemático y degenerativo que pone en riesgo el progreso de México y nadie debe permitirlo, señaló el diputado Gabriel Godínez Jiménez.

Los argumentos de la Secretearía de Educación Pública (SEP) respecto a que no hay recursos financieros suficientes para incrementar las plantillas laborales, los centros educativos y mejorar los planes de estudios son injustificables y representan un insulto a la inteligencia de los mexicanos, indicó.

El Estado tiene la obligación per se de garantizar y promover con calidad y sin exclusión de ninguna índole la educación laica, pública y gratuita, y de ningún modo debe argumentar que las carencias se deben a la falta de recursos cuando de sobra se sabe que los mandos de estructura perciben sueldos insultantes para el resto de la población que sustenta su economía familiar en salarios mínimos.

En ese sentido, dijo, debe exigirse al gobierno federal un plan de austeridad generalizado sobre todo en materia de sueldos y salarios de mandos altos y medios de toda la estructura gubernamental, en particular de la SEP para ampliar la matrícula y centros educativos para los niveles de bachillerato y universitarios.

Además, agregó, las reformas estructurales empeoran el sistema educativo en México, sobre todo cuando el Estado se empecina en desmantelar a las instituciones que lo sostienen y al dejar de garantizar el acceso a la educación pública y gratuita, puntualizó.

Desde la óptica del neoliberalismo adoptado en nuestro país, la educación se considera como una mercancía y no como un derecho humano, en ese sentido, dijo, más de 16 millones de estudiantes de 15 a 29 años de edad difícilmente tendrán un futuro satisfactorio.

Lo único que si estará garantizado, consideró, es que serán atesorados por el crimen organizado y que los ejércitos delincuenciales poco a poco se apoderen de las calles en todo el país.

Es imperdonable que mientras esto sucede los funcionarios de primero, segundo y tercer nivel ostenten sueldos insultantes y mantengan marginados los salarios de los maestros los que, al buscar otras opciones de ingreso familiar, descuidan la atención que merecen los estudiantes de todos los grados, destacó.

Godínez Jiménez mencionó que estas acciones benefician a las escuelas particulares quienes ven a los estudiantes como clientes, como mercancías y no como personas que merecen tener acceso a una preparación académica de calidad.
El modelo actual obedece más a los intereses y propuestas de organismos internacionales que responde al mercado laboral fomentando la formación de jóvenes acríticos y ajenos a la realidad histórica, desvinculados de las necesidades sociales, más individualistas e insensibles a la cultura y a la política, subrayó.

Del mismo modo refirió que en los últimos 12 años la matrícula de las escuelas normales disminuyó un 35 por ciento lo que representa 70 mil estudiantes menos y que el número de escuelas se redujo en un 30 por ciento, es decir, que de 650 planteles que había en el 2000, para el ciclo escolar 2012-2013 se pretendió tener sólo 300 escuelas normales en todo el país.

Los problemas de las normales, en particular las rurales, agregó, tienen como respuesta la represión física cuando los normalistas demandan becas, aumento de presupuesto para el mantenimiento de edificios escolares y la ampliación de la matrícula.

El gobierno Federal se ha concretado a evadir, ignorar y reprimir generando indirectamente una especie de Bullying juvenil. Las cifras hablan de que hay 6.4 millones de jóvenes de 15 a 19 años de edad que pudieran acceder a la Educación Media Superior pero año con año son excluidos de ese derecho por el examen de selección al que son sometidos, subrayó.

Lamentable, dijo, que cerca de 16 millones de jóvenes de 20 a 29 años tengan cancelada la oportunidad de ingresar a la educación superior, lo cual es vergonzoso y hasta parece ser una broma de mal gusto ofertar, a través de un examen generalizado, acceso a los niveles medios y superiores a granel cuando sólo hay espacio para unos cuantos.