SOLICITAN DIAGNOSTICAR RIESGOS SANITARIOS POR EFECTOS DEL ASBESTO
06 de Septiembre de 2014
Mientras que en Europa cuentan con fondos específicos para las víctimas del amianto, en México, la Cofepris, no considera al asbesto como un material dañino para la salud y se utiliza en más de tres mil productos, afirmó Miriam Saldaña, Presidenta de la Comisión de Vivienda de la ALDF.
Ante un escenario de riesgo permanente para la salud de la población, la legisladora propuso a la secretaría de Salud y a la Agencia de Protección Sanitaria, ambas del DF, realizar acciones para hacer un diagnóstico y, de considerarlo pertinente, emitir una alerta sanitaria, sobre la cantidad de personas que están en contacto con el asbesto o la mal llamada “fibra milagrosa”, a fin de valorar si sufren alguna enfermedad relacionada con las sustancias que componen el mineral.
Resulta prácticamente desconocida la situación laboral y de salud, que actualmente presentan los trabajadores del asbesto en México. El conocimiento de la capacidad carcinógena, la inexistencia de un catastro industrial y de trabajadores relacionados con el amianto, la gran concentración urbana en torno a algunas industrias y la ausencia de estudios sobre el tema, requieren de un esfuerzo investigador para determinar la magnitud del problema en el país, subrayó la asambleísta.
Estudiar la problemática del asbesto, conduce a poner de manifiesto la transferencia del riesgo que sistemáticamente se viene efectuando a los países de economía dependiente, por parte de los países económicamente desarrollados como consecuencia de la división internacional del trabajo, explicó.
Además, al ser el asbesto un producto sobradamente conocido por sus efectos nocivos a la salud, podría decirse que se constituye en un indicador a fortiori de la política de las instituciones encargadas de proteger la salud de los trabajadores, indicó la diputada.
La OMS, en un informe del 2010, aseguraba que en el mundo hay unos 125 millones de personas expuestas al asbesto en el lugar de trabajo y, según cálculos de esta organización, la exposición laboral es causal de más de 107 mil muertes anuales por cáncer de pulmón relacionadas con ese material. Además, un tercio de las muertes por cáncer de origen laboral son causadas por el asbesto, expuso.
El amianto o conocido también como “fibra milagrosa”, actualmente está prohibida en más de 50 países, en México es un material utilizado en más de 3 mil productos. Este material altamente resistente al calor, la fricción y el desgaste natural, se emplea en la industria de la construcción como: tejas, láminas azulejos, tubos para drenaje y balatas, entre otros.
La OMS y la Organización Internacional del Trabajo, han declarado que todos los tipos de asbesto, incluido el crisolito, son cancerígenos y no existe un nivel seguro de exposición, apuntó.
Investigaciones de la UNAM hablan de la existencia de 500 casos de enfermedades causadas por mesotelioma al año, en el país; por cada caso, hay 2.2 muertes por cáncer pulmonar, lo que arroja un total de mil 100 fallecidos anuales relacionados con el asbesto.
Especialistas en el tema, proponen un censo de las empresas importadoras de asbesto, qué productos se elaboran con este mineral, cuántos trabajadores lo manipulan y cuánta población se expone indirectamente al inhalar las fibras, ya sea por lavar ropa contaminada o por vivir alrededor de las empresas que trabajan el asbesto, destacó Saldaña Cháirez.
Actualmente, países como Francia y Holanda cuentan con fondos específicos para las víctimas del amianto; en México, la Comisión Federal de Protección Contra Riesgos Sanitarios ni siquiera considera que este materia sea dañino, abundó.
Es de imperiosa necesidad realizar acciones contundentes, encaminadas para prevenir enfermedades letales como el cáncer, que no sólo terminan con el individuo que la padece, sino agravia y vulnera directamente a la familia, finalizó Miriam Saldaña.
