Transformar la policía, proteger los derechos y emprender su reforma, revierte lo que la ciudadanía piensa de ella y del legislativo: Luciano Jimeno
29 de Septiembre de 2016
Además de combatir el crimen, decrecer la delincuencia y mejorar las condiciones laborales de los policías en la Ciudad de México, la Secretaría de Seguridad Pública debe pugnar porque su personal sea respetuoso de los derechos humanos, demandó el diputado, Luciano Jimeno Huanosta, al titular de ese organismo, Hiram Almeida Estrada.
Se paga más porque la capital del país tenga policías que lo que se otorga anualmente a servicios como el Metro o la Comisión de Aguas, por eso, insistió el legislador, necesitamos una corporación moderna, confiable, eficiente y con reconocimiento social.
Porque, además, es mucho dinero gastar 287 millones de pesos en juicios por violaciones a las garantías individuales de su mismo personal, cuando se podría destinar esos recursos a mejorar sus condiciones laborales.
Debe darle a sus policías, exhortó el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la ALDF al funcionario, el piso mínimo de bienestar para que no se corrompan, cumplan eficazmente, y sientan orgullo de portar el uniforme.
En su participación invitó al funcionario revisar si los policías “se portan mejor que antes, no son sancionados o si son más disciplinados en su administración que en las anteriores”, porque el Consejo de Honor y Justicia, confirma que sólo destituyó a 496 policías, la cifra más baja en el último sexenio y no se arrestó a ninguno desde 2013.
Sin embargo, precisó Jimeno Huanosta, hoy en día la policía capitalina, ocupa el segundo lugar, después de los legisladores, en impopularidad frente a la población.
Durante el posicionamiento del partido Humanista en la ALDF, el diputado reveló también que las cifras de la página de transparencia de esa secretaría, “no cuadran” con el informe, que reporta 39 mil 617 policías preventivos contra sólo 36 mil de la primera, es decir tres mil menos, “que no sabemos si son reales o no, pero les pagan quincenalmente”.
Por ello, insistió en la urgencia de la Reforma a la policía para coadyuvar con esa responsabilidad, evitar que sea un pozo sin fondo, sin solución ni proyecto, y revertir lo que la ciudadanía piensa de ella y del legislativo.
