Urge renovar infraestructura hidráulica de la CDMX a fin de evitar desperdiciar 40% de agua: ALDF
31 de Julio de 2018
- La actuales líneas ya rebasaron su vida útil de 50 años
- Oriente de la Ciudad de México la que más padece escasez y falta de agua
- Recursos hídricos clave en la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental
- 783 millones de personas, un 11% de la población mundial, no tienen acceso a una fuente de agua potable, según la ONU
La secretaria de la Comisión del Agua en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, (ALDF), Janet Hernández Sotelo, urgió a las actuales autoridades y las que están por llegar a renovar la infraestructura hidráulica de la Ciudad de México a fin de evitar que se siga desperdiciando en fugas más del 40 por ciento del vital líquido.
La asambleísta sostuvo que la infraestructura del agua potable que existe en la capital del país ya rebasó su vida útil y en algunos casos llega a más de 50 años de uso lo que provoca miles de fugas del vital líquido que tienen que ser reparadas para evitar la pérdida de este elemento necesario para la vida diaria.
La legisladora local indicó que es el Oriente de la Ciudad de México quien más padece de este elemental líquido y por ello hizo un llamado para que se dé prioridad a la sustitución de las líneas de suministro de agua paulatinamente.
Hernández Sotelo destacó que las fugas que se presentan en la red hidráulica citadina son numerosas y se encuentran en tuberías de gran diámetro como en múltiples de pequeños diámetros, las cuales pueden ser visibles o no visibles, lo que ocasiona grandes pérdidas del vital líquido.
Sobre la demanda o consumo del agua, actualmente la Ciudad de México tiene mayor consumo por habitante comparada con las principales ciudades de América Latina, en la capital mexicana el consumo promedio es de 32 metros cúbicos por bimestre por vivienda mientras que en Bogotá, Colombia apenas llega a 21 metros cúbicos.
Recordó que la zona Oriente de la Ciudad es la que más sufre de escasez y mala calidad del agua, entre las que destaca la delegación Iztapalapa, por ello ha encabezado la lucha por generar condiciones que doten a los habitantes de esta demarcación del vital líquido en cantidad suficiente y calidad.
Hernández Sotelo hizo un llamado a las autoridades capitalinas, las que están y las que van a llegar, a fin de que atiendan el tema del agua, ya que una sustitución gradual de la red hidráulica y del drenaje son prioridad para evitar que este recurso natural se vuelva más escaso para los ciudadanos.
“No podemos permitir que se siga tirando el agua a través de fugas que no son reparadas y prevenidas a través de la sustitución de las mismas, pero para ello se necesita inversión, que debe ser priorizada a favor de quienes sufren de escasez y falta del vital líquido”, afirmó.
Sostuvo que el agua es un elemento esencial del desarrollo sostenible. Los recursos hídricos, y la gama de servicios que juegan un papel clave en la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental.
Externó que de acuerdo a Naciones Unidas el agua propicia el bienestar de la población y el crecimiento inclusivo, y tiene un impacto positivo en la vida de miles de millones de personas, al incidir en cuestiones que afectan a la seguridad alimentaria y energética, la salud humana y al medio ambiente.
Según el organismo mundial en la actualidad más de 663 millones de personas viven sin suministro de agua potable cerca de casa, lo que les obliga a pasar horas haciendo cola o trasladándose a fuentes lejanas, así como a hacer frente a problemas de salud debido al consumo de agua contaminada.
Después del aire para respirar y el abrigo para no perecer de frío, el agua es nuestra necesidad vital más imperiosa. Sin ella, apenas sobrevivimos tres días. Pese a ello, unos 783 millones de personas, un 11% de la población mundial, no tienen acceso a una fuente de agua potable en condiciones, según el Informe de 2012 sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Además de su reparto inadecuado, el agua es un bien escaso. Sólo un 3% del agua que hay en el planeta es dulce. Sin embargo, la demanda del líquido elemento aumenta sin cesar y no sólo para cubrir la necesidad básica de beber, sino otras como la de su uso para la agricultura y la industria.